La introducción nos muestra a unos Mudokons (unas criaturas con aspecto humanoide que) que están excavando algo completamente ciegos, pues sus ojos fueron cosidos por los esclavizantes Sligs (una raza que se había aprovechado con anterioridad de los mudokons). Nuestro protagonista descubre que los Slig están fabricando una bebida especial, que hace que cuando un mudokon la beba solo quiera más y más y más. Gracias a esta bebida, los Sligs han conseguido que los mudokon trabajen para ellos durante jornadas interminables, pagándoles con esa bebida maldita, cuyo ingrediente secreto son los huesos de los antepasados mudokon (y que es lo que los mudokon ciegos esclavos están excavando).
Nosotros encarnamos a Abe, un Mudokon que ya había liberado a sus congéneres en las granjas Slig con anterioridad, y ahora, movido por unas visiones de los espíritus de sus ancestros, irá a liberar a estos mudokons de su cautiverio, y para ellos habremos de sortear los peores obstáculos.
Lo primero que veremos al empezar es a nuestro personaje Abe. Un mensaje en un cartelito nos dirá como movernos, saltar, rodar, agacharnos… hablar con otros mudokons o usar ciertas habilidades. Evidentemente, si es la primera vez que jugamos nos será útil, en caso contrario, bastará con avanzar sin más, ya que el juego ni nos detiene ni realmente nos obliga a hacer alguna cosa mientras habla o nos saca los mensajes.
El juego es completamente en dos dimensiones, contando principalmente con botones para saltar tanto vertical como horizontalmente, correr y caminar sin hacer ruido. Según la pantalla usaremos algunas de esas acciones, bien para superar barrancos, superar alguna plataforma o, en el caso de caminar sin hacer ruido, que los Sligs, armados y peligrosos, no nos escuchen y nos maten.
Los mudokons están repartidos por las pantallas, para interactuar con ellos deberemos usar los comandos (situados en los números en el teclado) y decirles “hola” para que nos hagan caso y “sígueme” para que vayan allí a donde vayamos. Rápidamente veremos que existen nuevos estados mudokons. Algunos de ellos son ciegos, lo que significa que si les decimos “sígueme” avanzarán caminando desde donde nos escucharon, pero si hay algún peligro o trampa seguirán avanzando sin detenerse pues no la verán.
Otros estados son el de enfadado (necesitarán que les digamos “lo siento”), o deprimidos, y algunos estarán “locos” por culpa de un gas (lo que hará que corran salten y hagan estupideces variadas). En nuestra mano está encontrar la manera de hacerles recobrar la cordura a todos ellos y rescatarlos.
Los elementos que podemos encontrar en el juego son muy variados. Tenemos algunas palancas que al pulsarlas activaremos trampillas, las cerraremos, abriremos puertas, haremos caer una piedra encima de un objetivo, activaremos o desactivaremos tuberías o rayos defensivos... resulta imposible saber exactamente lo que hará una palanca, salvo algunas excepciones en las que aparezca un dibujo indicador, pero aún así solo a través de la prueba directa conoceremos el resultado de usar esa palanca.
Los enemigos del juego si bien no son muy variados, si son numerosos y no se hace repetitivo enfrentarse a ellos. Bien porque en unos niveles el objetivo es esquivarlos, en otros gatear usando la oscuridad como escondite, cubrirnos tras cajas u otros elementos para que un enemigo situado en un plano distinto nos dispare con su ametralladora y, en algunas ocasiones, los eliminaremos con nuestro poder.
Los principales enemigos que veremos son los Sligs, que poseen un par de piernas robóticas, una especie de máscara y una ametralladora con la que nos dispararán en el caso de que nos vean. En esta entrega algunos Sligs no tendrán los pantalones puestos (carecen de piernas), en ese caso no serán peligrosos pero normalmente tendrán algún puesto de piernas cerca, lo que los hará terribles. Por otro lado, otros Sligs ahora volarán, y en vez de ametralladora lanzarán bombas, lo que añade un elemento nuevo al juego.
Otros enemigos son los Slogs, perros adiestrados por los Sligs para que ataquen a lo que sea que encuentren, aunque pueden ser distraídos con comida. De nuevo, antiguas criaturas como los Scrabs y los Paramitas vuelven a hacer su aparición: Los primeros son unas criaturas feroces que matarán a quien sea que esté en su camino, incluso otro Scrab. En el caso de los paramitas, son unas criaturas con forma arácnida mucho más gregarias, llegado el caso de que uno de ellos en solitario no tendrá valor para atacarnos, pero varios juntos irán a por nosotros sin dudar.
Se añade otra clase de criatura más, una especie de gusano que, pese a su tamaño, nos devorará sin más miramientos, aunque contamos con algunas “lametadas” sobre nuestro personaje antes de que puedan comernos totalmente, pero eso no quita que no tengamos que tener cuidado con esta amenaza.
Pulsando el botón “0” en nuestro celado número usaremos el canto especial, que servirá para dominar tanto a Sligs, como Scrabs, Paramitas o incluso los generales que dirigen a los Sligs. Esto claro está, solo podremos hacerlo en el caso de que no haya una máquina especial que dispara un rayo a quien quiera que use el “canto”. Gracias a este canto, podemos controlar los Sligs, para atravesar sus fronteras (pensando que somos uno de ellos), o usando su ametralladora para barrer a los enemigos que nos encontremos.
Lo mismo ocurre en el caso de los Scrabs y Paramitas, los dominaremos con nuestro canto para así superar la pantalla, eliminar a otros scrabs o gusanos, o para alejar a los paramitas pudiendo conversar entre ellos, o incluso conducirlos a algún barranco para librarnos de ellos.
Finalmente, los generales de por si son totalmente inofensivos, ya que carecen de brazos para nada, pero sus dotes de mando y al grito de “Socorro” pueden hacer aparecer a soldados Sligs en su protección. Esto es algo que podemos usar en nuestro favor, ya que si dominamos a través del canto a un general, podemos ordenarle a un Slig que venga con nosotros y que incluso dispare matando a sus congéneres.
Existen más peligros, enemigos, trampas y amenazas a lo largo del juego, pero no desvelaré más, lo que si puedo decir es que moriremos muchas veces superando algunas de las partes del juego. Por suerte, contamos con un sistema de guardado, tanto como guardado definitivo como guardado rápido para evitar tener que volver sobre nuestros pasos. De todos modos, cada pocas pantallas el juego guardará automáticamente nuestros progresos, pero no debemos confiarnos, ya que la dificultad de este juego, en pantallas avanzadas, puede resulta grande, y la forma de superar algunas de las pantallas y, rescatar a los mudokons, puede complicarse de manera exponencial.
En definitiva, un gran juego, muy entretenido y en el que, pese a la dificultad que posee algunas partes, no estaremos mucho tiempo atascados en temas de resolver, aunque si podemos encontrar problemas para la habilidad al sortear un obstáculo. Sin embargo, algunas intentonas bastarán para que una parte la superemos sin mayores complicaciones.
RESUMEN:
Juego: Oddworld: Abe´s Exoddus
Género: Plataformas
Pros: Rápido, combinación de habilidad, lógica, inteligencia, sigilo y "Simón dice". Varias clases de enemigos, cada uno con una difícultad, un distinto modo de comportarse. Pese que encontremos a los Sligs por docenas, algunos morirán por trampas, otros por rayos, otros por piedras, otros los sortearemos, otros los dominaremos... no serán superados de la misma manera.
3 comentarios:
Es un buen juego divertidisimo lo jugue hace mucho tiempo, y de paso queria preguntar si alguien sabe como se llama un juego de estrategia maso menos de la epoca de este juego que consiste en dos bandos unos son robot con tecnologia avanzada y los otros son como bandidos con metralletas y recuerdo que sacaban unos cerditos bomba que explotaban a lo kamikase los estoy buscando por todas partes ojala alguien lo conosca de antemano gracias
Pues no, no me suena así dicho ese juego. Si en algún momento consigues recordar el nombre de ese juego, acuerdate de venir por aquí y contarmelo, porque siendo de estrategia y viejito me interesa mucho.
de mis juegos favoritos de psone, era muy distinto a lo que habia antes y realmente enganchaba
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