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Bienvenidos al "blog de un jugador". En él realizo descripciones detalladas de una buena variedad de videojuegos. Todas estas descripciones son obra propia y no copiadas de ningún sitio, aunque para ilustrar en algunos de ellos imágenes me he visto forzado a copiarlas de otro sitio.

sábado, 29 de junio de 2013

IMPERIVM

El día de hoy voy a hablar de un juego llamado Imperivm, un juego de estrategia en tiempo real basado en hechos reales, relatando varias batallas y otras escaramuzas incluyendo dos facciones bien importantes: La Gala y la Romana.
El juego nos presenta un modo aventura en el que hay varias para elegir. “Defensores” es un pequeño minijuego que consiste en darnos un conjunto de tropas y aguantar una primera oleada de enemigos. Tras superarla se nos dará a elegir uno de tres premios y, a partir de ahí, superar oleada tras oleada y recibir bonificaciones.

El trono de dacia es una única misión muy completa en la que controlaremos a un hombre despojado de su reino y obligado a ser poco más que un esclavo. Empezando con este campesino desde cero (sin forma de luchar como tal) debemos ir haciendo ciertas tareas para los romanos para ir ganando rangos, empezando siendo un legionario de otros tantos hasta al final tener nuestra propia ciudad.

Este escenario no es recomendable para empezar. Las misiones no serán del todo sencillas, y no tenemos héroes para comandar ejércitos (lo que se traduce en que si tenemos grupos heterogéneos de soldados los más rápidos llegarán antes allá a donde hagamos click).
Invaders es un minijuegos que hace referencia al Space invaders. Enemigos avanzarán como en el juego mencionado y nosotros manejando una simple unidad (aunque con un tipo de disparo un tanto curioso) eliminaremos oleadas de estos enemigos. Aprendizaje es el tutorial, recomendable para los que jamás hayan pisado este género, pero para el resto no hay demasiado que enseñar, ya que este juego en esencia es de un fácil manejo.

Por último está el llamado “Imperium-aventura” que corresponde al auténtico modo campaña del juego, y es el que más me voy a centrar para esta entrada. Un modo bastante largo que llevará bastantes horas superar en el que el juego intenta escalonar la dificultad sobretodo por el método de llevarlo a cabo, desde ir en solitario a comandar ejércitos y a gobernar ciudades.

La historia empieza con Lárax, un galo que ha perdido a su esposa a mano de los teutones. Tras realizar un pacto con una diosa este recibe una piedra que le garantiza de poderes sobrehumanos, algo que veremos nada más empezar ya que media docena de teutones van a por nosotros y a por un druida en otra parte.

Tras eliminar fácilmente a estas pequeñas molestias rescataremos al druida de un fatal desenlace, el cual se nos unirá pudiendo curar cualquier herida que hayamos sufrido. En este punto se nos dirá a donde debemos ir (con indicaciones “!” en el mapa del juego), por lo que avanzaremos hasta ese punto no sin antes eliminar a algún que otro jinete teutón por el camino.
Tanto Lárax como el druida son personajes principales, lo que significa que no pueden morir bajo ninguna circunstancias. Esto supone un problema, aunque no es nada nuevo ya que en muchos juegos con protagonistas pasa así. En el caso de Lárax es muy difícil que caiga en combate, ya que por ser un héroe sus puntos de salud son muy altos; por otro lado el druida tiene muy pocos puntos de salud y no se puede curar a si mismo, algo a tener muy en cuenta.

Avanzando hasta una ciudad arrasada por teutones en la que apenas hay supervivientes y, tras continuar por un camino hasta una ciudad que si salvaremos de la destrucción, contaremos con algunas tropas e incluso un 2º personaje que se unirá al primero. Estos personajes son generales, por lo que podemos seleccionar a los distintos soldados y hacer click sobre el general para que este los comande.

Esto tiene varias utilidades; la primera es que se aprovecharán de la experiencia del héroe para incrementar su fuerza, y la segunda que irán en formación, por lo que si llevamos varios jinetes y un puñado de arqueros todos irán a la velocidad de estos últimos, incluido el héroe (que va a caballo).

Debemos tener en cuenta que la piedra que nos ha dado la diosa es un objeto que aparece en el inventario de Larax. Esta piedra no dura de forma infinita, sino que al hacer doble click en ella se activará durante unos minutos y luego se consumirá, necesitando un buen rato para poder reutilizarla.
Es muy importante fijarse en este objeto: activarlo aumentará la fuerza del protagonista considerablemente, siendo así la diferencia entre superar la escaramuza o que muera en manos de los diversos jinetes teutones que moran por todo el juego.

Una vez completado el último objetivo de ese mapa viajaremos a otro de forma inmediata, sin pasar por ningún tipo de menú o de letrero de victoria. En su lugar el juego nos quiere presentar una aventura que va sucediendo de forma continua, tan solo detenida por una “cinemática” (seguimos dentro del juego como tal, pero los personajes actúan por su cuenta) y avanzamos al siguiente escenario (incluso, si no nos fijamos, tal vez ni nos demos cuenta que estemos en un mapa distinto).

Principalmente iremos con Lárax en solitario, realizando tareas y misiones, pero a veces en esas misiones se nos pide eliminar a ciertos enemigos, cosa que no podremos solos. Para ello el personaje con el que hemos hablado nos va a garantizar una serie de tropas, o bien prefijadas o bien nos preguntará si queremos esta u aquella tropa.

Como es habitual en juegos basados en esta época, los soldados tienen ventajas y desventajas frente a ciertas unidades. En cuanto a la variedad hablamos de unas pocos tipos de unidades de distintas, desde guerreros básicos, arqueros, jinetes, hombres con hacha... Puesto que en muchas de estas misiones los grupos son fijos nos sirve para aprender como combaten cada uno de ellos para futuras decisiones.
En este punto hay que hacer un gran inciso; en muchas ocasiones se nos pedirá defender una ciudad del asalto de los teutones (el juego recalca que son muchos y que están por todas partes). Al darnos a un grupo de 30 guerreros con hacha, veremos que esos teutones caen como moscas y sin nosotros sufrir apenas bajas. Pronto aparecerán más, y más y aún más. Debemos armarnos de paciencia ya que parecerán infinitos pero no lo son (también en partes depende de que decisiones hayamos tomado).

A lo largo de otras misiones el número de unidades no será suficiente; o bien el enemigo es más fuerte o tal vez se nos ha pedido una tarea como puede ser eliminar a unos chamanes que para nuestra desgracia conocen técnicas para envenenar a nuestro ejército con unos pocos de ellos. En casos así el juego puede concedernos más tropas de forma automática (estos soldados avanzarán a nuestra posición y se unirán al héroe) o tal vez debemos ir al personaje y decirle que necesitamos más.

Tal vez el hecho de tener tropas “infinitas” pueda hacernos ver que el juego es fácil, pero nada más lejos de la realidad. Regresar a por más tropas puede llevarnos algunos minutos de juegos, así que mejor que perder nuestro tiempo es pensar en una manera más óptima de aprovechar lo que tenemos (y es que a veces necesitamos más de nuestro ingenio que de nuestra fuerza bruta).

Por regla general no debemos preocuparnos de recolectar ninguna especie de recurso, pero hay uno que se hará presente (el juego nos dejará claro lo importante que es) y este consiste en la comida. En este nivel en concreto la comida hará un papel importante, y es que cuando los soldados estén sin alimentos que llevarse a la boca un sonido característico se escuchará (y en el mapa se verá un icono indicador) y la salud de nuestros soldados se resentirá.
Gracias a este nivel aprenderemos como podemos llevar mulas cargadas con comida de una aldea a una fortaleza, para luego desde esa fortaleza llevar una mula de 1000 unidades de comida (de tenerlas) y hacer que siga al héroe para que las tropas se abastezcan a medida que lo necesiten.

Llegado a un punto más avanzado del juego daremos el último gran paso; se nos va a conceder nuestra propia ciudad para nosotros solos y jugaremos más al estilo de lo que podría ser un RTS más clásico: reclutar tropas, investigar mejoras y conquistar a los enemigos.

Tan solo existen tres recursos, ambos se producen de forma automática en la ciudad y las aldeas, pero es importante saber gestionarlas siendo más difíciles de conseguir de lo que en un primer vistazo pueda parecer.

El primer recurso, como es natural, es el oro. Con él reclutaremos las distintas tropas, mejoraremos la taberna para que nuestros soldados tengan ciertas ventajas iniciales y otra clase de utilidades. El segundo es la comida, algo que básicamente sirve para alimentar a los soldados, tanto si están en la ciudad como si estamos pateando el mapa. El tercer recurso lo forma la población; el número de aldeanos en la ciudad determinará lo rápido que se genera el oro; por su parte el número de aldeanos que tengamos en una aldea generará comida más rápido.
Con esto debemos gestionar sabiamente los recursos. Si tenemos mucho oro y reclutamos muchas unidades en muy poco tiempo tendremos un gran ejército, pero reduciremos tanto la población que si al atacar al enemigo nos matan a esos soldados necesitaremos mucho tiempo en volver a tener dinero suficiente para crear otro ejército de ese calibre. Si reclutamos mucho y decidimos dejarlos defendiendo (para aprovechar las múltiples ventajas) la comida puede escasear y con ello tener 200 soldados pero que apenas tengan un 20% de vida, pudiendo ser eliminados con mucha facilidad por un pequeño grupo de 40 enemigos.

Las ciudades como tal se diferencian mucho a los de los RTS. No fabricamos los edificios sino que estos vienen de serie junto al centro de la ciudad y una serie de murallas y torretas defensivas, así como un puñado de puertas por las que podemos entrar y salir. Si tenemos aunque solo sea 1 soldados dentro de la ciudad todas las torretas dispararán flechas a atacantes enemigos (no recomendable dejar tan solo 1 soldado).

Para asaltar al enemigo debemos usar unidades de asedio. Como no las fabricamos como tal los propios soldados pueden formarlas. Seleccionando a 10 de ellos y haciendo click en la opción adecuada empezarán a formar una catapulta capaz de destruir la puerta (también podemos destruir torretas, pero no suele salir rentable, son demasiadas). Una vez dentro del corazón de la ciudad, todas las unidades que estuvieran ahí metidas saldrán a pelear, haciendo que las torretas de las murallas ya no disparen.

Cada héroe/personaje (siempre irán a caballo los que puedan) son capaces de dirigir a un máximo de 50 unidades, aprendiendo de la experiencia del mismo. Así si el héroe tiene nivel 50 y las unidades solo nivel 1 subirán al menos hasta el nivel 20-25.
Esto del nivel es muy importante, y es que aunque el juego no lo indica (los valores de ataque y defensa no varían, aunque si un poco la salud) una unidad de nivel 5 ganará a una de nivel 1, y 10 legionarios de nivel 50 pueden vencer a 50 legionarios de nivel 10.

Desgraciadamente, el tema de los niveles va demasiado lejos. Lárax, el protagonista indiscutible alcanzará unos niveles desorbitados, y si bien los enemigos tendrán un nivel acorde (más bajo por lo que serán más débiles, pero normalmente serán más enemigos) el gran problema viene si tenemos mucho dinero y querríamos contratar a otros generales para poder hacer un asalto a una ciudad con algo más que 50 tropas.

Ese general vendrá al nivel 1 y sus 50 soldados al nivel 1. ¿Y que puede ocurrir si 50 soldados de nivel 1 se enfrentan a los ligeramente potenciados del enemigo? Que mueren con suma facilidad; por esto el juego prácticamente nos obliga a utilizar a Lárax para todo y reservar a los soldados para tareas menores como reclamar aldeas desprotegidas o defender la ciudad principal.

Aún con esta pega, el juego en si es muy entretenido, hace falta una buena gestión de recursos (no así su obtención al ser automática) para superar las distintas batallas que se nos presentan. Desde esos niveles con simples teutones por todas partes hasta llegar a enfrentarnos a las mismísimas legiones del César; y tal vez no estemos solos, otros personajes importantes con un nivel adecuado nos ayudarán, bien manejados por la IA o bien bajo nuestro control.
Hay muchas cosas que no he mencionado, como por ejemplo los fuertes en los que podemos guarecernos de los enemigos, a menos que estos coloquen sus armas de asedio (si el fuerte sufre demasiados daños las unidades en su interior empezarán a morir) así como campamentos teutones que de conquistarlos se nos ofrecerán jinetes y arqueros cada X tiempo (hasta un límite de unidades).

Y claro está: el modo escaramuza, que no tiene demasiado para ser comentada, salvo el hecho de que existen batallas especiales como en la que en los distintos fuertes neutrales (protegidos por un puñado de soldados neutrales) que al conquistarlo se nos regenerarán soldados automáticamente con el paso de tiempo (algo que no ocurre en otros escenarios ni en el juego original).

RESUMEN:

Juego: Imperivm

Género: Estrategia en tiempo real.

Pros: El modo campaña es progresivo: Empezaremos con un único héroe que recoge a media docena de soldados perdidos; más adelante llevaremos grupos de 10 o 15 soldados; luego se nos empezarán a dar el control de 25 o 30, más adelante se nos concederá el control de 50 soldados, y finalmente reclutaremos nuestros propios hombres. Las "misiones" son importantes y divertidas de hacer, no resultado siempre tarea sencilla hacerlas sino que hace falta usar un poco más la cabeza que no solo pulsar el ratón sin más. Aunque parezca que el ejército enemigo nunca se acaba no es así y, en el caso de las ciudades, capturar aldeas de comida es suficiente para que sus ejércitos se debiliten por el hambre (haciendo su conquista un juego de niños).

Contras: Cada jefe Normando que se construya tendrá más nivel que el anterior; en niveles largos un jefe normando enemigo puede llegar a alcanzar el nivel 80, llegando a ser una unidad tan poderosa que ni siquiera enviando 50 hombres contra él podamos derrotarlo. Lárax es el héroe que controlamos en todo el juego y que no puede morir; con él podemos derrotar a quien sea, pero por otra parte contratar a otros héroes es una pérdida de tiempo ya que estos serán derrotados por quien sea.

sábado, 22 de junio de 2013

TERRANIGMA

En esta ocasión especial hablaré de un juego de una consola sucesora de la NES, que es la SNES. El juego en cuestión se llama Terranigma, un juego que combina rol y acción e incluso unos ligeros puzzles y exploración.
Todo comienza eligiendo el nombre para nuestro protagonista, si es que deseamos ponerle alguno en concreto, en caso contrario nos llamaremos “Ark”. Es de día y nuestra madre nos despierta (un comienzo bastante habitual) y empezaremos a explorar.

Nuestra ciudad es muy acogedora, con muchos ciudadanos que nos dirán cosas, en su mayoría puras tonterías o conversaciones de relleno, pero algunos de ellos nos dirán lo importante para poder avanzar. Tras hacer el cabra por ahí y romper una puerta a jarronazos tocamos un cofre que contiene una pequeña criaturilla, pero además desatamos un mal que azota nuestra ciudad.

Toda la ciudad se ve convertida en piedra a excepción de los mercaderes (tanto armas y armaduras como el de la magi-tienda) y del sabio, el cual nos dirá lo que tenemos que hacer, que es salir de la ciudad y visitar 5 torres para volver a la gente a la normalidad, una tarea que no será fácil, pues cada torre es más pavorosa que la anterior.
Si nos introducimos dentro del cofre (con la tecla seleccionada en el mando o teclado previamente) tenemos una serie de cosas que podemos hacer: desde modificar el color en el que salan los menús y las pantallas de conversación, cambiar la velocidad en la que hablan... además, tenemos un joyero para acumular nuestros anillos mágicos (cuando los tengamos) y dos salas especiales, una destinada a las armas y otra para las armaduras (que inicialmente estará vacío salvo nuestro arma básica inicial).

Tras salir de la ciudad cambiará el cómo se ve el mundo, al estilo de otros juegos de rol o RPG en los que vemos un buen trozo del mundo y movemos a nuestro personaje por caminos y otros parajes hasta llegar a la primera torre, en la que entraremos sin más dilación.

Una vez que estemos dentro exploraremos dicha torre, que estará plagada de una buena cantidad de enemigos que debemos (o no) matar. Puesto que el juego cuenta con experiencia nos conviene eliminar a todos los enemigos que se nos cruce por el camino, ya no solo para ganar experiencia y subir niveles sino porque es divertido.
Tenemos unas estadísticas tales como salud, ataque, defensa y suerte. Estos valores irán incrementando a medida que subamos niveles, lo cual se notará en gran medida a la hora de enfrentarnos al mismo tipo de enemigo al que le haremos más daño tras subir de nivel, llegando a darse casos de enemigos que solo nos quitarán un punto de vida (de a lo mejor 100 que tengamos) al tener cierto nivel.

Para vencer a estos enemigos tenemos un arma que viene a ser una lanza. En concreto la lanza inicial tiene un bonus positivo que consiste en regenerar lentamente nuestra salud, algo idóneo para empezar, ya que en algunos momentos cuando demos vueltas por la torre explorándola o tratando de conseguir algún cofre en concreto repondremos nuestra salud.

El modo de utilizarla es con los botones de acción, que debemos aprender las distintas “técnicas” así como poder defendernos de disparos enemigos. El ataque normal es básico, pero si atacamos en carrera haremos mucho más daño, aunque si el enemigo es resistente nos estrellaremos contra él. Ataques de salto y en picado así como un ataque repetitivo con el que arrinconaremos a algún enemigo de muchos puntos de vida impidiéndole moverse o atacar mientras sufre daños ligeros pero constantes hasta morir.
Los cofres que he mencionado pueden contener oro (también lo dejarán caer algunos enemigos) y además piedras mágicas (usadas más adelante en la magi-tienda) y tal vez un elixir que aumente nuestros atributos básicos (salud, fuerza...) o bulbos curativos que restaurarán nuestros puntos de salud.

En ocasiones se nos puede presentar un puzzle; algunas almas (que dejarán ciertos monstruos al morir) nos dirán pistas de cómo proseguir, ya que no siempre serán puzzles obvios por si mismos. Superando enemigos y puzzles llegaremos a la cúspide de la torre en la que nos esperará alguna clase de jefe, como puede ser alguna criatura poderosa que debemos aprender sus puntos fuertes y débiles o bien algún tipo de prueba en el que nos enfrentamos a enemigos más débiles pero numerosos y/o concentrados.

Fácilmente superaremos las 5 torres no sin antes añadir que en una de ellas no podremos entrar así como así, necesitamos un objeto clave y tratar con la persona adecuada para poder avanzar, algo que nos forzará a volver a nuestra ciudad natal y tratar de hablar con la gente en busca de pistas. Tras lograr la victoria en las 5 torres todo el pueblo vuelve a cobrar vida, así como los 5 continentes de la superficie; sin embargo, nosotros vivimos en un mundo subterráneo.
Esos continentes de la superficie han vuelto a “nacer”, pero no así los animales, por ello el próximo objetivo (y que vendría a ser el capítulo 2 del juego) debemos ir a ese mundo de arriba y hacer resucitar primero a las plantas, luego a distintos tipos de animales y, finalmente, a los mismos humanos.

Llegado a un punto más avanzado del juego tendremos acceso a gran parte de los 5 continentes, pudiendo viajar en barco o incluso en avión. En nuestro afán de explorar podemos encontrar suculentos premios, aunque por desgracia estos premios son demasiados; Si, digo por desgracia ya que en una tienda una lanza o armadura tiene un gran precio que hemos de pagar, pero viajando un poco conseguiremos lanzas y armaduras demasiado juntas la una de la otra, dándose casos de lanzas que no lleguemos a utilizar, porque antes de toparnos con un nuevo enemigo ya hemos conseguido otra o incluso dos lanzas nuevas.

También nos encontraremos con un gran problema, y es que en ocasiones no tendremos muy claro a donde ir. Todo es bastante lineal mientras resucitamos a los animales, ya que los pocos sitios a los que hay que ir son o para continuar o zonas pequeñas vacías o en las que hay algún cofre con dinero/elixir y poco más.

En el caso del despertar de los humanos y viajes en barco, podemos ir a muchas ciudades distintas, pero solo en una la trama va a continuar, el resto son solo para explorar y para conseguir un “logro” para los amantes del conseguirlo todo: expandir las ciudades.
Al conseguir ciertas tareas secundarias en algunas ciudades así como ayudar a ciertos personajes históricos (como Graham Bell o Tomas Edison) la ciudad puede expandirse hasta tal punto de crecer tanto en el mapa general como al avanzar por ella; y así, donde antes nos hospedamos en un pequeño hotelito de tan solo dos habitaciones ahora tiene 5 o 6 habitaciones y varias pantallas distintas por las que pasar.

Sin duda alguna estamos frente a un gran juego, con ciertos elementos de puzzle, conversación y una trama interesante así como distintos enemigos que no pueden ser tomados en broma. El hecho de poder explorar el mundo hará las delicias para aquellos que les guste verlo todo (y que en muchas ocasiones las cuevas o bosques o ciudades a visitar son secundarias y no interfieren en la historia principal).

Ciertamente tiene ciertos puntos negativos. Hasta un poco después de la resurrección de los humanos el juego tiende a ser lineal, con objetivos más bien claros, pero luego, al poder viajar a muchas partes distintas, pocas veces sabremos justo a donde hemos de ir, o que X zona en concreto a la que viajamos y no había nada más adelante debamos visitarla de nuevo porque ahora si avanzará la trama.
El tema de las armas y armaduras que se ganan tan rápido también le hace perder algunos puntos, ya que como mencioné simplemente explorando (aunque solo sea intentando buscar como continuar) seguramente encontremos 2 lanzas nuevas y, aún yendo a donde tengamos que ir, que encontremos otra más. A mayores, el juego no da muestras de que los enemigos tengan ciertas debilidades contra alguna de las lanzas en concreto (y como ganamos tantas armas en tan poco tiempo no se nos puede indicar que de hacer 30 puntos de daño por golpe a un grupo de enemigos al siguiente le haremos solo 4 por golpe y nos haga pensar que tal vez ese arma no sea la adecuada).

Si bien los objetivos del juego no siempre serán claros y las armas o armaduras las ganaremos tan deprisa que a duras penas las usaremos en combate, estamos frente a un buen juego que merece la pena jugarlo. Los enemigos y los jefes finales no siempre serán sencillos, y hará falta alguna estrategia para vencerlos. El hecho de conseguir cofres y visitar todas las salas para conseguir objetos especiales que nos ayuden en la aventura hacen de este juego merecedor de ser jugado hasta completarlo.

RESUMEN:

Juego: Terranigma

Género: Rol de acción.

Pros: Cada vez los enemigos serán más difíciles, no solo en fuerza sino en comportamiento o bien pudiendo ser inmunes a algún tipo de ataque debiendo usar otro distinto contra ellos. Buena duración que te atrapará a lo largo del juego, tanto explorando como eliminando a enemigos. Todo un mundo por explorar que contiene premios que no son importantes para superar el juego pero que ayudarán a ese cometido (bulbos, armaduras nuevas...)

Contras: Un tiempo después de la liberación de los humanos podremos viajar por casi todo el globo terráqueo, sin apenas indicarnos exactamente a que ciudad (de las múltiples que hay) tenemos que viajar para que la trama continúe. El ataque en carrera (que tenemos ya desde el minuto 1 de juego) hace que casi todos los demás ataques estén obsoletos. El juego no especifica que hay enemigos débiles/resistentes a ciertas lanzas. Ganamos armas demasiado rápidas, algunas ni siquiera llegamos a usarlas. Tenemos que adivinar que a un pingüino (con el cual ni siquiera podemos hablar) le tenemos que dar un objeto (que no es clave) para conseguir un objeto clave en el juego.

viernes, 14 de junio de 2013

ABBAYE DES MORTS

Viendo la primera imagen uno podría pensar que voy a comentar sobre otro juego de la MSX como tantos otros he hablado antes; pero no es así, ya que este juego es mucho más moderno. Se llama Abbaye Des Morts, un videojuego creado por Locomalito que utiliza muchos rasgos basados en la Spectrum ZX así como en los juegos de la época.
El juego inicia con una pequeña introducción, en la que encarnamos a Jean Raymond, un cátaro (que es una secta) que es perseguido por unos cruzados por herejía. Y ya mismo empieza el juego, con un bosquecito y solo 2 direcciones a tomar, izquierda o derecha.

Gráficamente estamos hablando de un juego que solo utiliza 16 colores, 1 para cada sprite, razón por la que nuestro protagonista es todo de un único color: el amarillo. Esto está hecho a propósito para darle un toque de estilo antiguo. Aún con esto se distingue todo bastante bien.

Pronto veremos que los cruzados que se mencionan en la introducción hacen su aparición entrando por la parte izquierda y, puesto que son muchos en fila, no nos dejan otro remedio que escapar por la derecha; para ello usaremos unos simples botones de movimiento tan básicos como simples.

La segunda pantalla nos presenta un primer peligro: agujeros por los que podemos caer y morir alguna vida. Debemos saltar (sin olvidarnos que por detrás los cruzados nos seguirán) este pequeño problema y entrar en una vieja iglesia, algo que lograremos sin apenas esfuerzo. 
Dentro la iglesia parece vacía pero... ¿Realmente lo está? La respuesta es no, ya que esta iglesia está completamente invadida por las más variopintas criaturas, desde insectos de gran tamaño, esqueletos, plantas venenosas y, en los más profundo de la misma, demonios dispuestos a eliminar a cualquier intruso.

El objetivo inicialmente no está claro pero pronto encontraremos algunas notas repartidas por las pantallas que nos informarán que necesitamos 12 cruces. Esta tarea no va a ser fácil; por un lado las criaturas que nos quitarán una vida si nos tocan y por otro que no siempre las cruces estarán “activas” o incluso puede que estén en zonas inaccesibles para nosotros.

Los botones, como ya mencioné, son muy simples: Saltar, agacharse, moverse a izquierda o derecha y nada más; ni siquiera contamos con un botón de ataque, por lo que debemos esquivar a todos los enemigos bien saltándolos o agachándolos. 
Contamos con nueve vidas y con una serie de “puntos de control” que si lo tocamos (emitirá un sonido y la cruz sobre el objeto girará) y nos matan en algún momento resucitaremos en ese punto. Además de estas nueves vidas tenemos algunos corazones extras repartidos por el escenario, lo cual no quita que no nos maten alguna que otra vida tratando de superar algunas de las zonas.

El juego consiste en explorar, tanto así que reexploraremos gran cantidad de las salas una y otra y otra vez tratando de buscar las 12 cruces y que aún leyendo las notas no sepamos exactamente que quieren decir o que nos intentan enseñar. Estas notas son tremendamente útiles, ya que algunas de las cruces que se ven tapadas por paredes o muros las notas nos dicen que hay algún pasadizo aquí o allá para encontrarlas.

Palancas, una rueda que gira al tocarla, una campana... varios de estos elementos tienen funciones en el juego, que pueden ser como abrir puertas o activar/desactivar algunas de las cruces que debemos recoger (las que no están activas no las recogeremos aunque pasemos por encima de ellas). Como en el juego no hay grandes especificaciones, tras tocar alguna palanca debemos buscar que parte del juego se ha abierto e investigarlo todo de nuevo hasta hallar la nueva habitación. 
Una vez conseguidas las 12 cruces el juego no se termina ahí, aún tenemos que llegar hasta el final de la iglesia, bajando al sótano de la misma y encontrarnos ahí con los enemigos más peligrosos y las salas más tramposas de todo el juego, diseñadas a mala leche para hacer bajar nuestro contador de vidas.

Si conseguimos llegar hasta el final de esta trampa casi mortal nos espera un último peligro. El diablo en persona con un disparo triple bastante peligroso que requiere de cierta habilidad de esquivar (recordemos que no tenemos botones ni de ataque ni de defensa). Solo si tenemos las 12 cruces tendremos una oportunidad de derrotar a este “jefe final” y así conseguir terminarnos el juego satisfactoriamente.

El juego en si es bastante cortito, requerirá jugarlo más de una vez para terminárselo, ya sea porque nos matan todas las vidas por su dificultad propia o por el mero hecho de que reexplorar todas las salas tantas veces no podemos evitar caer en las múltiples trampas o que hay algún enemigo que superamos con facilidad pero por reexplorar por 5º vez fallemos en el salto y terminemos muriendo. 
Una vez conocido el juego, superarlo como tal nos llevará poco tiempo, ya que todo está igual y ya nos conoceremos que activa cada cosa y como se consiguen las 12 cruces sin necesidad de encontrar previamente las notas. Sin embargo, al jugarlo la primera o primeras veces todo serán novedades y resulta bastante divertido explorar las distintas pantallas mientras nos encontramos con enemigos de lo más variados en cada una de ellas.

Y por supuesto, cualquier persona de cierta edad que pasara por Spectrum, MSX o máquinas similares podrá rememorar en cierto modo la nostalgia de los juegos de aquella época, sin toparnos con una extrema dificultad que solía avasallar en algunos juegos (y sin piedad) y pasar un rato agradable de un estilo clásico 2d plataformero.

RESUMEN:

Juego: Abbaye Des Morts

Género: Plataformas/puzzles

Pros: Una iglesia a explorar mientras sorteamos distintos peligros. 12 Cruces que necesitan de ingenio, puzzles e interpretar las pistas para poder conseguirlas. Las pantallas y enemigos son únicas, cada una con su propio estilo o trampa mortal. Existen "jefes finales" a los que debemos superar.

Contras: Si sabemos el método de conseguir las cruces ya no necesitaremos recolectar las pistas repartidas por el juego; si esto fuera necesario recoger la pista para conseguir la cruz, podremos ignorarlas evitando algunos de los peligros del juego.

jueves, 6 de junio de 2013

POOYAN

¿Quién teme al lobo feroz? Nosotros no, porque por eso somos unos maestros de Pooyan, un juego desenfadado de Nes en el que unos cerditos armados se van a enfrentar a toda una jauría de lobos hambrientos dispuestos a hacer lo que sea para llevarse a alguno de nuestros cerditos.
De hecho, la introducción del juego es así: un par de cerditos están brincando tan felices cuando un lobo se lleva a uno de ellos y nosotros, encarnando a un cerdo primo segundo de Robin Wood, saldremos arco y flechas en mano para lidiar contra estas feroces criaturas.

Estamos frente al primer nivel. En él vemos a nuestro cerdo protagonista metido en una especie de ascensor rudimentario que se eleva o baja con la ayuda de un par de cerditos y un par de poleas. Momentos después una serie de lobos empiezan a aparecer corriendo por la parte superior de la pantalla, luego inflan un globo y comienzan a descender verticalmente hasta la parte inferior de la pantalla.
Por supuesto no vamos a permitir que se vayan de rositas. Usando las teclas “arriba y abajo” así como el botón de disparo nos desplazaremos para estar en una buena posición y dispararle una flecha a los globos, de ese modo este pinchará y el lobo caerá al vacío sufriendo alguna lesión grave que le impide recuperarse. No se puede matar al lobo disparándole directamente, hacerlo provocará que la flecha rebote hacia abajo e impacte contra el suelo.

Por su parte, los lobos no se quedarán de brazos cruzados. Ocasionalmente alguno de ellos disparará un proyectil contra nosotros que avanzará en parábola, lo que lo hace un poco más difícil de esquivar. Si nos golpea directamente perderemos una vida; por suerte, si impacta contra la parte superior de nuestro particular ascensor esta rebotará y nos habremos librado del fatal desenlace.

A mayores tenemos una pequeña ayuda extra: Cada X tiempo aparecerá un objeto en la parte superior de la pantalla con algo que parece ser carne. Tocándola nuestro siguiente disparo si será afectado por la gravedad, pero a cambio puede golpear a todos los lobos que estén en su camino y eliminar a varios de un solo disparo.
En el caso de que alguno de los lobos haya llegado al fondo habrá repercusiones negativas (aunque no perderemos ninguna vida). En la parte de la derecha hay un conjunto de 4 escaleras que se irán llenando con cada lobo que se nos escape, empezando por la de debajo de todo. De encontrarse uno o más lobos en algunas de ellas nos lanzarán mordiscos de vez en cuando, dificultando el poder desplazarnos con mayor libertad, ya que debemos esquivar disparos enemigos y a la vez no cruzar cuando el lobo de un mordisco.

Una vez eliminado a todos los lobos de este nivel (el número a eliminar viene indicado en la parte superior) pasaremos al 2º nivel, que cambiará el formato de juego. Si bien seguimos en nuestro ascensor, disparando flechas y “carnes” a los lobos, ahora ya no descenderán sino todo lo contrario, subirán.

La esencia es la misma, ellos subirán y nosotros les dispararemos (ellos contraatacarán con sus disparos), pero en esta ocasión sus globos tienen más duración, siendo necesario más de un disparo en muchas ocasiones, dificultando el derribarlos. Además, tres infladores de globos harán subir algún que otro globo de vez en cuando, algo que es un mero estorbo, aunque si bien si disparamos una flecha de carne contra uno de esos globos no tripulados rebotará y lo habremos desperdiciado.
A diferencia del nivel anterior, cuando un lobo se nos escapa alcanzando la parte superior, este se colocará para empujar la roca que allí está situada. Por suerte no se incrementará la dificultad si esto ocurre (como en el primer nivel y los mordiscos), pero como en este nivel los globos necesitan 2 o más impactos es más fácil que se nos escapen; si 7 de ellos consiguen llegar a la parte superior nos arrojarán ese enorme peñasco sobre nuestras cabezas y bye bye a una vida.

Un añadido extra de este modo es que nos enfrentaremos a un jefe final. Es un lobo que por su color destacar enormemente; su globo aguantará una buena cantidad de impactos para poder derribarlo. Una vez logrado el nivel estará superado y entraremos en un nivel especial de bonus, que consiste en lobos ascendiendo (igual que el nivel que hemos superado) pero no contamos con flechas normales, solo las de carne (que debemos tocar cada vez que disparemos). Ellos no dispararán y no hay ninguna forma de morir vidas, así que es un nivel de bonificación libre de peligros. 
Terminado este nivel especial el juego se repite desde el principio: lobos bajando, lobos subiendo, jefe final y más bonus. Aunque hay ciertas diferencias; el tipo de lobos, su velocidad y agresividad (cuantas veces nos disparen), e incluso ese “lobo jefe” que derrotamos con anterioridad hará su aparición tirando diversas frutas a las que podemos disparar para aumentar nuestra puntuación.
RESUMEN:

Juego: Pooyan

Género: Arcade, disparos.

Pros: Rápido de jugar y más difícil de lo que parece a simple vista. Dos pantallas diferenciadas. los lobos no tardarán mucho en ser muy agresivos. Pinchar globitos.

Contras: El nivel de bonus nos garantiza vidas extras, pero quizás hay esta pantalla de bonus demasiado seguida.