Con ello, tenemos dos facciones a elegir, los supervivientes, compuestos principalmente por tropas de soldados y por vehículos mecanizados, por el otro lado están los mutantes, también con soldados, algún vehículo mecanizado pero además con animales mutados por dicha radiación.
Una vez elegida nuestra facción, empezará la primera misión, una bastante sencillita como suelen ser en esta clase de juegos que recuerdan a Dune, Command and conquer y similares, en donde se nos concede un grupito de tropas y algún que otro vehículo ligero y se nos ofrece una misión, derrotar a nuestros enemigos (el otro bando), que estará formado por varios grupos de mucho menor tamaño y que solo nos llevará unos minutos buscarlos por el mapa y eliminarlos).
Normalmente, los objetivos suelen ser los de destruir al rival, pero hay alguna misión intermedia con el cometido de encontrar y destruir algo en concreto, o de recuperar ciertos vehículos y hacerlos regresar a un punto en concreto que vendrá indicado en el juego en cuanto logramos hacernos con ellos.
El sistema de juego es simple: En primer lugar buscaremos un depósito de petróleo (o “sangre de la tierra”, que es como lo llaman los mutantes), estableceremos una máquina para extraer el preciado recurso (en el caso de que no esté ya hecho por preferencias del nivel), y con una refinería y un camión de transporte que lleve el negro recurso a la refinería y así convertirse en créditos para usarlos en la fabricación de edificios u otras unidades.
Los edificios principales consisten en un cuartel general/radar que construirá algunos primeros tipos de soldados básicos, una fábrica de vehículos en la que tendremos acceso a una moto y a un 4x4. Aparte de la refinería, los otros dos edificios lo forman un centro de reparaciones y uno de investigación.
Cuando tengamos el centro de investigación, podremos hacer las mejoras para los edificios de cuartel general/radar y fábrica de vehículos. Al principio solo haremos una mejora, y según pasemos niveles podremos ir haciendo más y más mejoras en el edificio para acceder a nueva y mejorada tecnología, lo cual no hace que la anterior sea obsoleta ni mucho menos (un punto a favor del juego).
Con los mutantes hay que hacer un breve inciso, y es que cuentan con otro edificio a mayores, ya que por un lado tienen las unidades mecanizadas y por el otro criaturas mutantes, por lo que necesitan una herrería y un bestiario (aunque ambos cuestan casi la mitad de lo que piden por la fábrica de vehículos de los supervivientes).
Hay que especificar que los edificios no se reparan con ninguna opción o menú como ocurre en otros juegos. Para repararlas necesitamos un soldado específico, llamado ingeniero/mecánico (según que facción), e introducirlo en el edificio para que lo repare completamente.
La Inteligencia Artificial de este juego es bastante escasa para los enemigos manejados por el ordenador. La mayoría de las veces nos mandarán todo lo que tienen contra nuestra base, con lo que muchas veces veremos como llegan a nuestra base las tropas más rápidas antes que las más lentas, dándonos cierta ventaja.
Para compensar esta carencia, el enemigo según que niveles recibirá ciertos refuerzos o tropas que aparecerán por el exterior del mapa, lo que supone una amenaza más grande para nosotros. Del mismo modo, las producciones de petróleo son limitadas para nosotros pero la IA la posee de forma ilimitada, así que debemos utilizar la estrategia más que nunca.
Sin embargo, no siempre, pero en muchas de las misiones, el enemigo suele tener una zona con menor defensas o más alejada de sus fábricas, en donde tendrá alguna de las perforadoras de petróleo, así que iniciando la incursión por esa zona, empezaremos destruyendo las pocas defensas que allí tuviera, eliminando una de las fuentes de producción y, como seguramente atraeremos a los enemigos hacia nosotros, de nuevo nos toparemos antes con los más rápidos y luego con los más lentos, ofreciéndonos un poco de cuartelillo.
La defensa es muy importante, y es que gracias a nuestras defensas y a organizar ciertos cuellos de botella con el terreno eso nos garantizará dominar la ofensiva enemiga para, justo después, iniciar una contraofensiva, que es el momento idóneo para confrontar al enemigo (si lo intentas antes de tiempo nos toparemos con el grueso del ejército, y puede que seamos nosotros los que suframos las consecuencias del terreno).
En cuanto a las unidades potentes, no existe una unidad “buena para todo”, ya que cada una tiene una utilidad. Así por ejemplo el Monster Truck de los mutantes es rápido, capaz de esquivar los misiles de unidades potentes y seguir atacando a la vez que se mueve. Del mismo modo, un lanzamisiles de los supervivientes disparará una oleada de misiles capaces de destruir lo que alcancen, pero a cambio tardará mucho tiempo en recargar para disparar otra.
Aparte, en los escenarios podemos contar con algún beneficio gracias a los búnkeres. El bunker es un edificio que se encuentra casi a ras del suelo y, el jugador que consiga alcanzarlo (normalmente estará en una zona alejada del campo de batalla, pero no siempre es así), este se desplegará y nos dejará o bien una cantidad importante de créditos o bien un arma extinta.
Claro está, que no todo es perfecto, por un lado que no siempre habrá de esta tecnología extinta, y por el otro que esta unidad no puede ser reparada, por lo que si defendemos y eliminamos a muchos enemigos y resulta dañada, no tendremos la oportunidad de usar nuestro centro de reparaciones para recuperar su salud.
Aunque el juego no lo notifica como tal, existe la posibilidad de convertir a nuestras tropas de élite. Cuando una unidad elimina a suficientes enemigos (la cantidad dependerá del valor de esta, cuanto más potente/cara sea una unidad antes será élite). No está muy claro las mejoras que reciben por ser élites, salvo una, y es que se auto-recuperan con el paso del tiempo. En el caso de soldados les llevará poco, en los vehículos más por poseer en general más vitalidad.
En definitiva, estamos frente a un juego bastante interesante, con dos facciones muy diferenciadas, cada una con su propia tecnología y su propia historia, en el que las misiones se intercalan las de construcción de base más destrucción de enemigos y por otro lado las misiones de buscar, encontrar o destruir solo algún objetivo con un puñado de tropas.
Algo que resulta especialmente curioso, es un modo escaramuza llamado “Kaos mode”. En un primer vistazo podemos entender que es como el resto de juegos, en los que eliges el mapa, el nivel de dificultad, los recursos iniciales, el número de aliados y de enemigos disponibles… Sin embargo, existen unas pequeñas variaciones. La primera de todas es que aunque si podemos elegir el bando, no podemos elegir el bando al que pertenecerán el resto de jugadores, siendo elegido por defecto el mismo bando para los aliados (si los pusimos) y el bando contrario para los enemigos.
Y quizás, la cosa que varía más con respecto a las clásicas escaramuzas, es que tanto nuestros aliados como nuestros rivales comenzarán con una base ya construida y fortificada, mientras que nosotros empezaremos desde cero. Lo que significará que si nada más empezar vamos hasta alguna base enemiga o aliada, veremos que ellos ya tienen una refinería, edificios y torretas defensivas, aunque esta vez no cuentan con recursos ilimitados, aunque si bien los hay más repartidos por todo el mapa mucho más que en el modo campaña.
RESUMEN:
Juego: Krush, Kill ´N´ Destroy: Extreme
Género: Estrategia en tiempo real.
Pros: Muy rápido de jugar, tanto para la recolección de recursos como para la construcción, permitiendo la fabricación de unidades simultáneamente en vez de largas colas (de agradecer con los soldados). Las unidades más caras son más poderosas, pero ellas solas no ganan una batalla. Los soldados son mucho más relevantes, ya que ni siquiera los primeros vehículos ligeros opacan a los primeros soldados.
Contras: El modo escaramuza resulta desconcertante al enfrentarnos a enemigos que cuentan con una base ya pre-fabricada, tal y como ocurre con los niveles de campaña. En algunos niveles el enemigo manda ejércitos incansables, en otros el asalto es muy grande al principio y luego lo que nos envían es tan pobre que ni siquiera debemos atender a nuestra defensa. Poca inteligencia artificial.
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