El estilo es el ya tan conocido “point and click”, que en esencia es que con el ratón apuntamos a donde queremos ir o con que objeto-persona queremos interactuar y con un click del ratón lo haga. Para ello contamos con una cantidad de acciones con las que podemos interactuar con los objetos, aunque no siempre con todos de la misma manera.
Comandos como “hablar” solo servirán con personas, aunque en alguna extraña ocasión le podremos hablar a algún objeto (aunque la respuesta deje mucho que desear). Otras acciones que tenemos la conformen “ir a” (aunque esta es siempre automática y por defecto), “abrir” “cerrar” “Empujar” “Dar” “Encender” entre otros.
La historia inicia con un joven llamado Guybrush Threepwood, que pretende ser un pirata de tomo y lomo, y para ello entra en un bar llamado Scumm lleno de los más rudos piratas. Los 3 piratas más importantes le pondrán a Guybrush tres pruebas, y solo si las consigue reconocerán su valía y que merece de verdad ser un pirata.
Con estas tareas en mente, nos lanzaremos a la aventura, y para ello habrá que resolver algunos puzzles, que los conforman hablar con ciertos personajes, recoger objetos que haya por ahí y/o usarlos con otros, o incluso ofrecer algunos objetos de los que hayamos recolectado en nuestro viaje para darlo a alguien en concreto.
El juego está compuesto de varias partes o capítulos: El primero de ellos las tres búsquedas para convertirnos en pirata, el segundo para conseguir un barco y tripulación con la que viajar a Monkey Island, la tercera en la propia Monkey Island y la última con el desenlace final de la historia.
El inventario no es excesivamente extenso, pero recogeremos una buena cantidad de objetos, algunos de ellos los usaremos en poco tiempo, otros pueden ser usados varias veces, y podemos encontrar alguno sin ninguna utilidad, lo que añade dificultad a este juego.
De por si no contiene demasiadas pantallas, aunque algunos de los puzzles puedan resultar un poco enrevesados porque consiste en usar un objeto extraño y raro en un sitio aún más extraño todavía, pero en estos casos una prueba de ensayo y error suele dar buenos resultados.
Según algunas zonas, como la Isla inicial Mêlée y la propia Monkey Island cuentan con una visión de toda la isla para poder viajar a los sitios principales de forma rápida y sin pérdida de tiempo. Claro está, que en el caso de “Monkey Island”, hace falta revisar los sitios mejor debido a que al ser una isla poco habitada no veremos caminos ni carreteras, aunque siguen apareciendo indicaciones de cuando un lugar es visitable.
El juego tiene grandísimos toques de humor. Es más que seguro que nos riamos en más de una ocasión o bien por los diálogos o por lo que ciertos personajes hagan con algunos objetos que jamás pensáramos que se usarían de ese modo. Frases absurdas y hechos incoherentes como aparecer un barco de la nada mientras el personaje dice “que suerte, justo un barco ahora que lo necesito”, hacen que este juego sea en cierto modo absurdo a la par que divertido, un gran punto a su favor.
Un gran ejemplo del humor, viene dado por los duelos de espadas que afrontaremos en una parte de nuestro viaje. Estos duelos de espadas vienen acompañados de unos insultos, en los que cuando un personaje dice un insulto, el contrario debe contestar con otro insulto que corresponda al primero, solo así dominaremos la pelea y la ganaremos. Entre esos insultos tenemos el ya tan conocido (además de ser la primera que aprenderemos): “Luchas como un granjero” – “Qué apropiado, tú peleas como una vaca”. Descubriremos otros insultos con los que derrotar a rudos piratas y a incluso una gran maestra.
El juego cuenta con algunos momentos automáticos, en los que el personaje realiza alguna que otra acción de forma automática pero no suele ser lo habitual. Esto quiere decir que tendremos que dar muchas vueltas, muchos rodeos y muchos viajes para descubrir los buenos puzzles que afrontaremos, a modo de retos y que nos dejarán durante varios días atascados.
Un punto a mayores, y es que en este juego no podemos morir, eso significa que hagamos lo que hagamos no habremos perdido la partida en ningún momento, así por ejemplo, si nos hemos atascado en una pantalla en la que hay una fogata, y utilizamos los objetos del inventario y hay alguno que lo quema, o bien es algo que luego servirá de utilidad, o bien simplemente veremos una simple animación, en cualquier caso, las acciones suelen tener sus recompensas, por ello no debemos preocuparnos de nuestras acciones o palabras.
Algo especial que veremos en este juego, es la “publicidad subliminal” (lo que en realidad significa “descarada”), con múltiples referencias al “Loom”, otro juego de la compañía y también algunas a Sam & Max. Tanto es así, que a uno de los piratas, si le preguntamos por el videojuego, nos lo enaltecerá mientras en la pantalla leemos "Publicidad
El juego cuenta con dos finales, aunque el final de por si es el mismo. En uno de los finales regresaremos en el mismo barco a la isla de Mêlée con el que fuimos a Monkey Island, mientras que en el otro final uno de los personajes nos prestará su barco debido a que tuvimos un “percance” con el barco con el que habíamos inicialmente llegado. En si, el final es el mismo, tan solo cambiando una ligera parte de la resolución final pero que no tiene ninguna relevancia más que la de anécdota.
El humor de este juego llega hasta los créditos finales, en donde conoceremos al encargado del “Blindaje y protección contra radiación” y al supervisor del “suministro de chocolate”. Sin duda alguna, tanto humor hasta en los créditos finales harán que el jugador se ría en carcajadas en toda la aventura, convirtiendo así a este videojuego en épico y muy recomendable.
RESUMEN:
Juego: The secret of Monkey Island
Género: Aventura gráfica.
Pros: Muy interactivo. Algunos objetos que estorban pero no demasiados. Los duelos de espadas-insultos. Grandes toques de humor a lo largo de todo el juego inluclendo los créditos del final. La pollo-polea.
1 comentario:
muy buen juego y muy buena review! ;)
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