
La historia comienza con una carta del padre de Rex diciéndole acerca de unas investigaciones que está llevando a cabo. Rex viaja hasta el laboratorio, y allí encuentra unas criaturas extrañas, un tigre mezclado con una mantis, escorpiones mutantes... gracias a la aparición de Lucy consigue escapar de un fatal destino y escapar en una máquina de tren (antigua, de las de carbón) con la capacidad de volar.
Con esa acción empezará el juego en si, en busca de más pistas de esa clase de investigación tan extraño mientras investigamos acerca de “Julius”, el que fuera amigo del padre de Rex, pero que ahora es el típico malvado con aires de grandeza y dominación global.

Para recolectar ese ADN, debemos usar a Rex, que tiene un fusil que dispara dardos capaces de extraer el ADN de alguna criatura salvaje, pudiendo valer cualquiera de las que pululan por la isla. Una vez conseguida la de varias, podremos pasar a la parte más ilimitada del juego: La combinación de criaturas.
Poniendo como ejemplo dos criaturas, como es un lobo y un toro. Para empezar, por separado tienen ciertas características, tales como unos costes de los dos recursos que hay en el juego: Carbón y energía. Además tienen de forma independiente salud, velocidad, daños por ataques cuerpo a cuerpo, visión...

Claro está, que para poder usar a esta criatura diseñada, necesitamos previamente dos cosas: Primero un edificio que Lucy puede construir (y también otra clase de unidad que vendría a ser los “campesinos” del juego) y claro está, los dos recursos que nos piden: El carbón y la electricidad.
El primero solo se puede obtener por unas vetas de carbón situadas en zonas específicas (el juego siempre coloca ciertas cantidades al lado de nuestro punto inicial). La energía es mucho más fácil de construir, se puede con unas torres generadores o a través de otra clase de edificio que solo puede ser construido en zonas específicas (el juego lo irá indicando en los primeros niveles, o incluso en el tutorial si decidimos jugarlo).

Las criaturas que hayamos diseñado se añaden a nuestra lista, que son las que podremos construir en nuestra partida, pero tenemos la limitación que solo podemos tener 9 a la vez creadas (aunque si bien podemos crear alguna, y aunque luego la borremos contamos con el “zoo”, de donde podemos recuperarla).
Es muy importante mantener un gran equilibrio, ya que es la única manera de pasar los distintos niveles, y es que si bien hay criaturas muy poderosas y otras muy frágiles, todas tienen su función y su utilidad, ya que según su poder se dividen en niveles 1 al 5. Cuando estemos en un escenario empezaremos con nuestro edificio al nivel 1, lo que significa que solo podremos fabricar criaturas de nivel 1.

Por otro lado, aparte de los niveles, existe otra clase de equilibro, y es que podemos fabricar unidades que vuelan, usando ADN de Águilas, avispas, búhos... o animales marinos como un pez martillo o un cocodrilo entre otros. También hay unidades que atacan a distancia, así como pueda hacer el puercoespín, y unidades de artillería cuyo impacto golpea a todo lo que esté a su alrededor como bien puede hacer el chimpancé.
Además de los valores base que poseen las criaturas, estas poseen ciertas habilidades innatas pero que solo las tendrán si hemos puesto la “porción” de ese animal. Así por ejemplo las patas traseras del toro pueden cargar contra el enemigo para así alcanzar al enemigo rápidamente. Y si combinamos algún lobo con una anguila, podremos inculcarle una descarga eléctrica solo si tenemos la cola de la anguila.

En cuanto al sistema de niveles, a decir verdad son bastante variados. Si bien la misión siempre es destruir al enemigo, hay ciertas diferencias entre ellos: desde escenarios de un simple uno contra uno, a escenarios que se nos pida destruir solo ciertos edificios, o combatir contra varios enemigos a la vez intentando no vernos abrumado por tanta potencia junta.
En cuanto a los edificios, existe una gran variedad que podemos construir. Por un lado, la fábrica de criaturas, pero si tenemos criaturas voladoras o marinas/anfibias necesitamos un edificio específico para ellos. Torretas sónicas que sirven como defensa, y unos edificios para mejorar los valores de nuestras unidades, tales como aumentar un 10% el ataque o un 20% su salud, todo a un coste de recursos claro está.
Sin embargo, tenemos que ser muy cautos con esto, y es que a diferencia de otros juegos de este género, no ganaremos la tecnología simplemente avanzando de nivel, sino que debemos mandar a Lucy primero a ese edificio que desconocemos, incluyendo las torretas sónicas que mencioné. Si no mandamos a Lucy, no tendremos esa tecnología, y eso nos hará estar un paso por detrás para el resto del juego.

Por su parte, Rex se irá volviendo más y más fuerte, llegando a forjar un vínculo extraño con las criaturas. Al principio es un personaje prácticamente inútil, con el único uso de recopilar el ADN, pero cuando estemos en niveles avanzados, gozaremos de una unidad muy potente.
Entre otras cosas, puede matar de un solo disparo a los enemigos de niveles bajos y medio, pero además puede regenerarse, o formar “manadas” con nuestras propias criaturas para que estas aumenten su ataque (algunas como el lobo tienen esta habilidad innata, pero no todas lo tienen).
Lo más complicado de este juego (aparte de la combinación por la infinidad de posibilidades) son los recursos. Si bien la energía es infinita y aunque al principio nos falte un poco a los 15 minutos de juego tendremos energía de sobra, y a los 25-30 minutos sobrarnos tanta que jamás la daremos gastada ni derrochándola.

Si eso ocurre, no podremos seguir mejorando y poniendo más criaturas, mientras que nuestro rival empezará a evolucionar y a mandarnos criaturas de nivel 5, contra las que no nos podremos defender por falta de carbón (y ya no digamos completar la misión). Obviamente, si somos lo suficiente pícaros para ser los primeros en extraer el carbón de las zonas más conflictivas, seremos superiores en recursos y, aprovechando el bajón de productividad enemigo, lanzar una ofensiva que lo derrote de una vez por todas.
Las escaramuzas que este juego presenta consisten en una serie de mapas con algunas opciones editables, como la cantidad de recursos iniciales o incluso aumentar el límite de población (por defecto siendo 50, tanto para el modo campaña como escaramuza) y claro está, seleccionar jugadores y escenarios. Si nos preguntamos por las criaturas, dependerá del personaje seleccionado, y es que podemos jugar como Rex, Lucy o alguno de los enemigos, cada uno tendrá su elenco de 9 criaturas que usaremos para nuestro enfrentamiento.
Cada uno tendrá sus propias características, como no tener criaturas de nivel 5 pero si muchas de nivel 3 y 4, poseer muchas unidades voladoras etc... Si no nos convencen, existen varias configuraciones a mayores para utilizar o, si incluso eso no nos gusta, podemos crear una con el creador de armada, grabarla y luego seleccionarla para jugar con ella.

RESUMEN:
Juego: Impossible Creatures
Género: Estrategia en tiempo real.
Pros: Una infinidad de posibilidades, haciendo que nuestro ejército no coincida con el de los enemigos, ni con el de otros jugadores que decidan jugarlo (e incluso si rejugamos al juego seguramente crearemos criaturas distintas). Los animales son muy variados, tenemos criaturas que obtienen beneficios por ir en manadas, cuernos que bajan la defensa del rival, unidades que atacan a distancia, que vuelan, que pueden nadar... Los escenarios del modo campaña son distintos, no siempre lucharemos uno contra uno, a veces tendremos muchos enemigos a la vez (aunque en vez de criaturas potentes nos atacarán con un centenar de criaturas de nivel bajo).
Contras: Algunos niveles del modo campaña son bastante complicados, y luego el siguiente es mucho más fácil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario