Puesto que no hay opciones editables, comenzaremos a jugar. El primer nivel nos presenta lo que podría ser el juego sin más, un gusano de tamaño muy reducido, un cuadrado bordeando el nivel, y una serie de objetos verdes que parecen tréboles y otros rojos que parecen champiñones desperdigados por la pantalla.
Usando las teclas de dirección moveremos al gusano, pero a diferencia de los clásicos, no tenemos auto movimiento, es decir, al pulsar hacia la derecha el gusano se moverá tan solo una casilla a la derecha y se detendrá, por lo que es absolutamente imposible chocarse con algo por falta de reflejos.
El objetivo del juego es comernos todos los objetos bueno, es decir, esa comida verde con forma de trébol, a la par que esquivamos los champiñones rojos, ya que ingerir uno de ellos nos matará una vida. No es todo tan sencillo, al comer un trébol verde, aparecerá, en algún otro punto de la pantalla, un nuevo objeto blanco, que también debemos comer (y cada vez que comemos algo creceremos).
Comer esos objetos blancos harán que aparezcan otros champiñones rojos situados aleatoriamente en la pantalla, por lo que si bien podemos movernos casilla a casilla, con tiempo ilimitado para planear bien nuestros movimientos, también contamos que la pantalla estará bastante llena de esos champiñones rojos, así que un paso en falso o un giro incorrecto puede hacernos comer uno por error.
Con el paso del tiempo aparecerán algunos objetos que correrán por la pantalla, de forma aleatoria aunque sin atravesar los objetos comestibles. Pueden ser números que básicamente son multiplicadores de puntos (útiles para cantar alguna vida, o por el simple hecho de tener un buen hi-score), también hay corazones que aumenten nuestras vidas o letras para formar una palabra y con ello ganar un cuantioso bonus.
Superado el primer nivel que vendría a ser un poco el modo práctica, empieza el juego en si. Estamos pensando en “que juego más fácil” porque podemos movernos casilla a casilla, pero pronto comprenderemos el error de pensar eso. Este segundo nivel muestra pasillos más estrechos y con forma de “S”, repletos de varios puñados de tréboles verdes que debemos devorar.
Recordemos que al comerlos aparecerán otros blancos, y si cometemos el error de simplemente comer todo sin ninguna clase de estrategia (empezar primero por un lado, o comer primero según que comida y saltarnos otra), nos veremos con un gusano de grandes proporciones que puede verse atrapado por su longitud, o que los champiñones tapen nuestra única ruta de huída, y es por eso que este juego no es tan fácil como pueda verse.
En cuanto hayamos superado un par de niveles, veremos niveles llenos de trampas. No en cuanto a enemigos, pero si en cuanto a la colocación de la comida, que al comer cierta comida blanca hará aparecer una hilera de champiñones que taparán, literalmente, una franja del nivel (franja que tenga comida en su interior). No somos largos, pero no tenemos ninguna casilla por la que pasar, ya que los champiñones la taparon.
Si morimos una vida, el nivel se reinicia como si no se hubiera jugado, desde cero, con el gusano al tamaño diminuto y toda la comida tal y como se inició. Buen momento para recapacitar y optar por cambiar el orden/ruta de la ingesta de comida, si es que queremos superar este otro nivel.
Los niveles se complicarán aún más, y es que pronto veremos cantidades infernales de champiñones, rutas estrechísimas y, lo que es peor, bloques que si bien podemos empujar, a veces empujar un bloque de forma errónea o hacerlo antes-después de comer alguna comida bloqueará el camino de entrada o salida, y nos veremos forzados a suicidarnos (para ello pulsamos “escape”).
La comida siempre está en una zona prefijada, incluso la comida blanca que aparece tras comer los tréboles también tiene su aparición prefijada, e incluso los champiñones también lo harán. Esto es muy útil, aprenderse el orden de aparición de la comida y de los mortales champiñones supone la diferencia entre superar el nivel y perder una vida tras otra.
Claro está, que a veces no solo sirve aprenderse el orden de la comida, ya que podemos toparnos con niveles repletos de bloques que debemos empujar, y que abriremos paso empujándolos, pero que debido a un bloque mal posicionado luego no podamos acceder a otra zona del nivel, lo que nos deja entrever que si bien el gusano se mueve casilla a casilla, este juego tiene muchísima estrategia y es de todo menos fácil.
El juego es complicado, los niveles son mucha estrategia y de pensar a diferencia de la habilidad que requiere en los otros clásicos. Algunas voces digitalizadas como la que dice “Snake it” son curiosas, y el juego en si es curioso y, aunque la música de introducción no es precisamente agradable, dentro de la partida carece de ella, solo posee sonidos a la hora de deglutir la comida y ciertos sonidos rítmicos cuando alguno de los bonus hace su aparición en el la pantalla.
RESUMEN:
Juego: Snake It
Género: Serpiente, estrategia.
Pros: No es un juego típico de habilidad precisa, sino de pensar. Muchos niveles distintos, a cada cual más dificil que el anterior. Algunos bonus que resuenan en la pantalla. Gran estrategia para superar algunos niveles muy complicados.
Contras: No es un juego fácil de superar.
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