Lo primero y más natural, es crearse un usuario, con el que jugaremos toda una serie de hoyos con un estilo similar al del resto de los juego de golf (número de golpes, par, etc)
Tal y como estamos acostumbrados al estilo del Worms, apuntaremos bien con las flechas o bien con el ratón (se puede especificar en el menú de usuario) hacia que punto queremos disparar. Todo se ve en 2 dimensiones, así que únicamente apuntaremos hacia arriba o hacia abajo, y pulsaremos nuestro botón de disparo para golpear la pelota.
A la hora de golpear la pelota, contamos con un total de cuatro palos diferenciados. Uno viene a ser una madera: que se reconoce porque es el, por lo general, el palo con el que dar el primer golpe, ya que posee mucha potencia. El siguiente es el hierro, un palo que no abarca tanta distancia como la madera, pero que es capaz de disparar con mayor parábola. El siguiente es la cuña, un palo que tiene poca potencia y cuya mayor utilidad es para colocar la bola dentro del green. Finalmente el último palo es el “Putter” un palo diseñado para empujar la bola a ras del suelo para meter la bola dentro del hoyo.
En la parte inferior se puede ver una barra con la potencia para la hora de golpear. Esta barra está compuesto por una gran zona de verde oscuro, aparte hay 2 franjas de pequeño tamaño rojas, y entre estas otra zona un poco más grande de color verde más clarito. En cuanto empecemos a pulsar el botón de disparo y, dejándolo pulsado, la barra empezará a llenarse de izquierda a derecha, empezando por la primera gran zona verde, luego pasará por la zona roja, luego la verde claro y finalmente la otra roja, a menos que dejemos de pulsar el botón en cuyo caso se detendrá antes.
El juego posee una guía de hacia donde irá la bola, esta guía hará caso del golpe en el caso de llenar la gran zona verde al máximo. Si paramos en la 2º zona verde, el golpe será más potente y saldrá un “excelente” por la pantalla, esto viene bien en el caso de las maderas y según que golpes. Si por desgracia hemos parado en alguna de las dos franjas rojas, el golpe será penalizado, por lo que nuestro golpe será bastante flojo avanzando un trocito tan pequeño que ni merece la pena mencionar.
El objetivo del juego es conseguir meter la pelota en el hoyo (como todo buen juego de Golf que se precie) en tantos o menos golpes del número PAR indicado en el juego, que puede ser desde 3 golpes a 5, dependiendo de la longitud y complejidad del nivel. Y aquí es donde entra en juego la diferencia con los golfs clásicos, y es que si bien el primero o primeros hoyos se asemejan a lo más simple, pronto empezaremos a ver escenarios con montañas, montacargas y otros obstáculos.
Uno de los obstáculos curiosos que veremos, es la aparición de otros Worms. No serán amigos ni enemigos ni neutrales, todo depende de la partida y su posición. Estos gusanos están parados, y simplemente se la pasan mirando aquí y allá sin moverse, pero que si son golpeados con la pelota, explotarán como el Worms de toda la vida. Su explosión puede empujar la bola, o hundirla en el hueco que se produce al desaparecer el Worms.
No se puede considerar enemigos o aliados por separado, ya que a veces están en zonas que nos ayudan a detener la bola para que no se nos cuele por donde no debe, pero otras veces empujarán la bola o hará que se vaya para una zona que no queramos, por eso hay que tener cuidado con estos “personajes”.
Hay otra clase de obstáculos que pueden interferir con el juego, tales como murciélagos, ancianas (propias del Worms) o las tan conocidas ovejas que pueden explotar impulsando la bola a grandes distancias. Aparte de eso, montañas y algunos montacargas y zonas de “transporte” que solo a través de nuestra propia experiencia podremos conocer que son y que hacen.
Cada cierta cantidad de campos habrá alguna clase de desafío que pueden ser de varios tipos, desde mantener la bola en el aire lo máximo posible (utilizando cañones, murciélagos y explosiones de ovejas), intentar que caiga la pelota lo más cerca del green, o golpear ciertos objetos o dianas desde distintas alturas.
Al conseguir superar estos retos, aparte de ganar monedas que sirvan para la tienda, también ganaremos ciertas habilidades a mayores, tales como ralentizar el tiempo, invertir la gravedad o darle un impulso extra a la pelota como si fuera impulsada por un escopetazo (al más puro estilo Worms).
Estos objetos, si bien le añaden algo extra al juego, por desgracia es un contra muy grande, y es que algunos objetos, como por ejemplo el de invertir la gravedad, aún teniendo un límite de tiempo de uso, es bastante fácil lograr un hoyo en uno o tal vez en dos golpes, lo que hace que los campos pasen de tener cierta dificultad o cierto reto para superarlos sin ninguna complicación (es recomendado no usarlos).
Al superar los 18 hoyos, habremos terminado un “mundo”, existen 3 más para jugar y disfrutar con otros 18 hoyos cada uno, así que tenemos juego para rato, y juego para conseguir algunas monedas extras (que por cierto también se encuentran dentro de los campos).
Las monedas que se consiguen durante los retos y los propios campos sirven para desbloquear los muchos objetos que podemos encontrarnos en el juego. Algunos son meramente decorativos, tales como gorras para equipar a nuestros gusanos para que “vayan a la última” y otro es auditivo, ya que podemos comprar distintas clases de voces bastante típicas que de haber jugado a juegos Worms conoceremos de sobra.
Lo que si se puede comprar con más utilidad son los palos de golf, si bien no se añaden ninguno nuevo, podemos modificar los 4 que ya teníamos, y con ello cambiar las estadísticas, es decir, un nuevo palo madera que tenga mayor potencia que el que teníamos, o tal vez mayor control, claro está, que todos tienen ciertas estadísticas y, si una de las tres la tienen muy aumentada, las otras dos serán más bajas.
Esto es muy importante, ya que con mayor potencia más lejos llegaremos, pero si tiene menos control la barra subirá más rápido y las zonas rojas serán más grandes, lo que significa que si bien llegaremos más lejos y mejor con nuestros golpes, también es más posible que la pifiemos. En caso contrario, con un gran control será tremendamente fácil alcanzar el máximo de potencia, pero a cambio nuestros golpes no tendrán apenas fuerza y puede costarnos más de dos golpes llegar a una zona cercana al green cuando antes en apenas 1 ya estábamos.
Todo lo mencionado anteriormente puede ser utilizado con más de un jugador, es decir, jugar a cuatro jugadores en donde no importa tanto quedar bajo la cifra marcada para el campo, sino superar a los otros jugadores controlados por humanos. No hay intermisiones entre los jugadores sino que se turnan para golpear la pelota, fuera de eso el juego es totalmente igual al modo en solitario.
RESUMEN:
Juego: Worms Crazy Golf
Género: Golf al puro estilo Worms
Pros: Los campos son extraños, raros pero entretenidos de jugar. Muchas opciones para editar, tanto visuales como dentro del juego. Algunos desafíos para descansar al jugar varios hoyos seguidos y lograr nuevos objetos. Jugar multijugador. El humor hilarante que desprende el juego, sobretodo en el apartado de gorros y de idiomas.
Contras: Los objetos a mayores que aparecen en el juego hacen que sea excesivamente de superar los campos, conviene no utilizarlos.
2 comentarios:
El juego es muy divertido, lo estuve probando hace unas semanas porque tuve un tirón de espalda y me encantó, te quita un poco el ansia de querer jugar al golf
A ver si lo pruebo porque ahora que estoy en vacaciones voy a ir poco al campo de golf y practicar mis golpes, gracias por compartir
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