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Bienvenidos al "blog de un jugador". En él realizo descripciones detalladas de una buena variedad de videojuegos. Todas estas descripciones son obra propia y no copiadas de ningún sitio, aunque para ilustrar en algunos de ellos imágenes me he visto forzado a copiarlas de otro sitio.

viernes, 9 de mayo de 2014

KATMOSIS FARAON

Por primera vez voy a comentar sobre un juego basado únicamente en texto; es para la MSX y su nombre es Katmosis Faraon. Es fácil de jugar pero difícil de completar y es que es muy fácil echarlo todo a perder.
La historia del juego es muy simple en su planteamiento: Encarnamos a un constructor (escribiremos nuestro nombre) cuyo faraón, de nombre Katmosis, nos pide construir la más grande y bella pirámide para rendirle tributo. Para ello se nos concede un tesoro de 2.000 talentos de plata, 5.000 esclavos, un centenar de capataces, las canteras de piedra de Libia para abastecernos de suficientes materiales así cómo al criado del faraón llamado Ahhotep.

Con esto partimos inmediatamente, con la primera decisión del juego: Decidir la dieta de los esclavos entre tres opciones. Desgraciadamente este es el menú más confuso del juego, y es que la primera opción pone “3” y una serie de alimentos a 90 talentos y la tercera opción pone “1” y sólo un par de alimentos a 30 talentos. Resulta confuso ya que no queda claro si al elegir “1” estamos decidiendo la primera opción o si por el contrario estamos dándoles la dieta “1” y por lo tanto la más barata.

En el siguiente texto se nos pregunta cuantos latigazos darán los capataces a los esclavos. Aquí podemos incluir el número que queramos, aunque el límite son dos dígitos. Esto será importante y es que si el número de latigazos es excesivamente grande los esclavos se pueden sublevar con fatales consecuencias; por otro lado si somos generosos nunca darán terminada la pirámide, todo un dilema. 
En este punto tenemos la información general de nuestros progresos, así cómo una imagen de la pirámide (un mero triángulo). Número de esclavos, latigazos semanales, talentos y otros datos cómo lo que llevamos construido, todo con los números iniciales ya que aún no ha empezado a ocurrir nada.

Avanzando de pantalla un sacerdote nos hará una petición, para que celebremos una ofrenda a los dioses. Hacerla costará dinero y no hacerla puede enfurecer a los dioses mandándonos plagas (o por el contrario no ocurrir nada). Del mismo modo los esclavos también tendrán sus peticiones; nosotros escribiremos “si” o “no” (o sólo la letra inicial) para decidir si queremos pagar dinero o dejar que se enfaden.

Estas cosas no siempre ocurren en orden, y es que a lo largo de la partida una serie de sucesos aleatorios van a aparecer; por ejemplo que una caravana con piedras de la mina de Libia fue secuestrada y tenemos que pagar el rescate; o bien que algunos esclavos han muerto por alguna enfermedad.

Otros mensajes que ocurren continuamente son esclavos escapándose o muriendo, así cómo nuestro faraón conquistando alguna tierra y concediéndonos talentos y esclavos adicionales. Puesto que todo esto ocurre de forma aleatoria y no tenemos elección solo podemos mirar lo que ocurre sin posibilidad de negociar. 
Un nuevo momento para la decisión viene con la caravana de mercaderes, la cual nos ofrece la compra o venta de esclavos a ciertas cantidades de dinero que variarán en cada partida y momento. Una pequeña pega para este menú es que necesitamos usar mayúsculas y escribir “C” o “V” para que nos acepte las letras (algo que no ocurría al darle el “si/no” al sacerdote o a los esclavos).

En este punto tenemos un gran problema y es que el juego olvidó decirnos el dinero que teníamos en ese momento; si bien durante todos los otros eventos se nos da la cantidad total, justo en esta pantalla no contamos con ese dato importante, por lo que si intentamos comprar más esclavos que dinero disponible el mercader se irá perdiendo la oportunidad de hacer negocios.

Si bien ocurren una serie de sucesos aleatorios, en cuanto llevemos jugando 15 o 20 minutos ya habremos pasado por todos los posibles, aunque puede que alguno quede en el tintero ya que algunos se repiten continuamente mientras que otros ocurren de forma muy pausada. 
En los sucesos negativos cómo un ataque a nuestro tesoro y esclavos los colores de alrededor de la pantalla cambiarán rápidamente a la vez que se emiten pitidos, sólo para esperar la mala noticia del dinero perdido; haciendo sonar en ese preciso instante la famosa “Marcha Fúnebre”.

Esto es una molestia, y es que aunque el juego tiene un buen ritmo, cada vez que ocurre algo negativo la marcha fúnebre empieza a sonar; algo que por si sólo no tiene demasiados problemas lo peor resulta que la pantalla con el texto actual no avanza hasta que no termine de sonar. Si por pensar que no habíamos pulsado el “enter” pulsamos de nuevo al terminar la melodía saltará no solo esa pantalla si no también la siguiente, perdiéndonos de los detalles de aquel texto.

Cómo un hecho insólito el juego nos puede ofrecer un enigma. No ocurrirá hasta no haber alcanzado ciertas cifras; este enigma ofrece 3 soluciones y debemos elegir la correcta; así por ejemplo nos puede poner tres frases y decir que solo una dice la verdad y las otras dos mienten; conforme a la información dada elegiremos donde está la solución. Por el bien de la construcción trataremos de acertar la pregunta.

Llegado un momento peligroso el faraón en persona revisará nuestro trabajo y nos dirá si le parece bien cómo vamos (en cuyo caso nos dará algo de dinero de premio) o por el contrario considera que le estamos estafando para quedarnos con su dinero o bien que hemos maltratado a los esclavos, y por ello seremos condenado a ser devorado por cocodrilos. No hace falta decir que se termina el juego aquí. 
Y es por esto que pese a su sencillez el juego resulta bastante difícil, ya que el tiempo que pasa hasta la primera visita del faraón es larga, pero una vez hecha esa primera visita va a estar mucho más encima nuestra, así que si se molesta con nuestras acciones el juego dará por terminado.

Puesto que no he alcanzado más allá del 52% de la pirámide construida desconozco si hay algunos mensajes nuevos o más enigmas, y es que por muy bien que creamos ir todo se tuerce demasiado rápido y demasiado mal. 
RESUMEN:

Juego: Katmosis Faraon

Género: Conversacional

Pros: Muchas decisiones a tomar. Manejar a tus propios esclavos para construir la pirámide. Enigmas que superar. Intentar construir un poco más en cada partida, tarea nada fácil. 

Contras: La música que suena (y demasiado a menudo) interrumpe la sucesión de eventos. Tras la primera visita para comprobar cómo va la pirámide recibiremos visitas a menudo, pudiendo torcerse todo demasiado rápido.

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