El primer nivel es idéntico al Pacman Original, están los mismos laberintos, el mismo comecocos, las mismas rutas, las mismas bolitas que comer y todo igual. La única cosa que pueda cambiar es que en lugar de una bolita grande se sustituye por un icono que convierte a nuestro apacible Pacman por un “Pacman cabreado”, con el que, al igual que el original, podemos comer a los fantasmas enemigos que rondan con ganas de quitarnos vidas.En cuanto empecemos el segundo nivel, veremos que nos hemos alejado del pacman original y de que manera, ya que este segundo nivel tiene bastantes cosas nuevas que nos harán pensar que “no es solo un Pacman más”, y es que el hipopodoso es un nuevo objeto que al cogerlo, nuestro particular comecocos (llamado Mad) se transformará en todo un poderoso y pesado hipopótamo, capaz de aplastar a los más molestos fantasmas, aunque para nuestra desgracia en este estado no podemos comer bolitas.
Otra de las cosas nuevas que veremos será unas casillas con flechas: Son también bolitas que comer, pero con esta forma peculiar al comerlas obligan al personaje a ir a la dirección que señalan, no pudiendo comerlas en dirección contraria. Por lo general estas casillas con flechas suelen formar pasillos, lo que supone un riesgo ya que si un fantasma aparece en escena no podremos evitarlo de ningún modo.Pero aún no acaba todo ahí, y es que en una zona hay una especie de rail que al meternos en él nuestro comecocos se transforma... ¡En una nave! Pudiendo movernos lateralmente por ese rail y disparar para destruir a todos los enemigos que pudieran molestarnos, siendo muy útil para barrer una zona concurrida, aunque claro está, la zona de movimiento es bastante corta.
En niveles sucesivos irán apareciendo más objetos, más bonus y más enemigos. En el caso de objetos tenemos unas puertas-bisagras que solo pueden ser atravesadas en la dirección que están mirando, una buena salida cuando nos persiguen los fantasmas pero nuestra perdición si nos persigue y nos hemos colado cuando la bisagra está mirando en la dirección contraria.Un nuevo rail que es en vertical y que, a diferencia de la nave, en este solo podemos entrar de arriba abajo y no pudiendo controlar y, en vez de trasformarse en nave, se convertirá en un tanque, pudiendo también disparar a los fantasmas para así mandarlos a su zona de inicio ganando un precioso tiempo para nosotros.
Si los fantasmas nos parecen molestos, entonces es mejor dejar de jugar, porque a medida que avancemos niveles conoceremos un par de enemigos que son más molestos. El primero de ellos es una mariquita, de nombre maricoco, que si bien no supone un peligro para nuestro personaje (no nos matará por tocarla), si que le gusta poner huevos, donde esos huevos son bolitas que comer. Eso significa que cuando tengamos una zona totalmente limpia de comida cuando menos lo esperemos este despiadado animal pondrá más bolitas y nos obligará a hacer otra pasada más para poder completar el nivel.El 2º y peor enemigo lo compone una especie de bicho feo con patas llamado “Repugnantoso”, una criatura que le cogeremos un asco bastante alto al ver lo que hace. En un primer vistazo se mueve más lento que los fantasmas, pero su mayor “asquerosidad” consiste en pisar algunas de las bolitas que tenemos que comer, lo que las hace inalcanzables para nuestro personaje.
Para compensar esto hay un objeto que nos convierte en una excavadora con la que podemos levantar las bolitas pisadas por ese Repugnantoso. Claro está, este objeto estará situado en alguna zona de la pantalla, y cuando lo toquemos no podremos recolectar ningún otro objeto, ni el comecocos cabreado, ni ser hipopótamos ni tan siquiera comer el resto de las bolitas que hay en el escenario.La duración de este objeto es infinita, tan solo en la misma posición en la que recogimos la excavadora aparecerá un iconito que simboliza el comecocos normal, así que cuando hayamos atravesado la zona de pantalla, levantado la bolita que el Repugnantoso había aplastado, regresemos a la zona inicial, nos volvamos normales, y rezar para que cuando estemos por comerla no vaya de nuevo este asqueroso enemigo y la vuelva a aplastar.
Esto nos lleva al siguiente punto. Pudiera parecer que exagero, pero es un hecho que los niveles son bastante curiosos, algunos tenemos grandes zonas en las que no hay ni un solo muro en los alrededores, todo lleno de bolitas y en donde llega un momento en el que apenas identificamos si estamos cerca o lejos de este o aquel sitio por ser todo el suelo exactamente igual.Pero aún peor que eso, y es que hay mapas justo al contrario, en donde los corredores son tan estrechos y largos que en cuanto un fantasma entre por él nos obligará a ir en esa dirección, dirección que puede ser cortada fácilmente por otro enemigo. No hay que olvidar que si bien no hay 4 fantasmas por nivel, podremos encontrarnos tranquilamente con 3 fantasmas y 2 repugnantosos, y contando que estos últimos si te matan al tocarte 5 enemigos en pasillos estrechos es una mala combinación.
En definitiva, un juego español bastante grandioso y que aunque tengamos cuantiosas vidas extras (indicadas con el texto: “en la próxima vida extra”) las maricocos añadiendo más bolitas a comer y los repugnantosos pisoteándolas nos harán perder algo de tiempo e incluso alguna que otra vida por tener que volver en algunas zonas infestadas de fantasmas.RESUMEN:
Juego: Mad Mix Game
Género: Comecocos
Pros: hay más de un nivel, y todos ellos son distintos. Hay varias clases de enemigos y objetos de bonus que le ayudan al juego a ser distinto a lo clásico. Entretenido y a la vez frustrante por la maricoco y repugnantoso. Los enemigos "cabrones" solo pondrán/pisarán bolas si están en pantalla.
Contras: A veces, por falta de visibilidad, nos quedará alguna bolita sin comer por culpa de maricoco que ha puesto alguna bola y no se lo vimos hacer.
Al empezar podemos encontrarnos con un pequeño problema y es el no saber como iniciar la partida, para comenzar una nueva partida, primero debemos pulsar uno de los cuatro primeros números en nuestro teclado, con ello le indicaremos el número de jugadores que van a jugar, pudiendo ser hasta cuatro, haciéndolo por turnos.
Una vez decidido el número de jugadores que van a emprender la acción, el juego preguntará el nivel con el que queremos empezar, del 1 al 3. Esto no es tan literal, ya que seleccionar el 1 si que empezaremos al nivel 1, pero si seleccionamos el 2 comenzaremos en el nivel 5, y si seleccionamos 3 empezaremos jugando el escenario número 10. Gracias a esto no hará falta empezar de cero si queremos un poco más de dificultad.
En la pantalla habrá un “15”, que indica el número de enemigos a derrotar. Estos enemigos se forman de tres en tres apareciendo en la parte superior. Cada uno en su momento descenderá, hará alguna pasada o una serie de movimientos preestablecidos y volverá a subir.
Obviamente, no es todo tan sencillo. Si bien el jefe no dispara contra nosotros, por la parte izquierda y derecha una serie de objetos comenzarán a aparecer y a avanzar hacia nosotros. Son bastante predecibles, pero son numerosos, y mortales. Las balas comunes no los atraviesan, pero estos proyectiles especiales si son capaces de destruirlos (en realidad, este tipo de proyectil es capaz de destruir hasta las balas de las navecitas comunes).
Del mismo modo, una pelota que rebota por toda la pantalla, o bien unas “balas” perseguidoras que pueden cambiar de línea vertical sin previo aviso a menos que les hayamos disparado antes. Todos estos peligros y muchos más nos esperan al ir superando niveles y derrotando más alienígenas.
Aparte de lo mencionado, superar la batalla con el jefe-bonus final (llegado ciertos niveles, si puede considerarse un jefe final, ya que la cantidad de objetos que aparecen pueden llegar a llenar la pantalla de forma más que considerable) nos garantizará una serie de puntos por cada vida que tengamos, ayudándonos a engrosar nuestro número en poco tiempo.
Un juego que no es demasiado complicado, y que si somos habilidosos al seleccionar empezar desde el nivel 10 si bien no es especialmente difícil, pero si que no podremos despistarnos ni un segundo para superar los distintos niveles, llegando un momento en el que sea complicado esquivar todo lo que aparece por pantalla.
















