La historia se inicia con un chico con unos amigos jugando a una partida de rol, con un “maestro”, unos dados y la imaginación de las propias personas. Dani, el principal protagonista del juego, siente la llamada de la naturaleza y se va al baño cuando de pronto la luz se apaga. Aunque cree que es cosa de sus amigos que le están gastando una broma, decide encender su zippo (un mechero) y descubre que ha aparecido en un sitio extraño.
Y ahí comienza nuestra historia, en un castillo bastante grande repleto de una gran cantidad de armas, enemigos, misiones y humor, muchísimo humor. También es un juego que cuenta de cierta habilidad o estrategia a la hora de jugar, ya que no todos los enemigos deben ser golpeados sin ton ni son, sino que debemos utilizar la cabeza para dañar a los enemigos sin ser eliminados nosotros en el proceso.
Los botones son bastantes simples: Básicamente tenemos movimiento lateral o para subir y bajar, y un par de teclas para atacar o recolectar/usar objetos. Lo más complejo puede resultar en que podemos asignar teclas de uso rápido para los números del 1 al 0, de ese modo podemos tener distintas pociones u hechizos para poder usarlos sin tener que acceder al inventario.
Las mazmorras por las que nos moveremos estarán bastante oscuras, razón por la que debemos dejar encendido el zippo para tener una mejor visibilidad (la duración del objeto es infinita). Gracias a él podemos ir encendiendo antorchas que hay por las paredes, lo que mejorará la iluminación de forma favorable.
Unos primeros enemigos aparecerán por la pantalla: Algunas serpientes que están quietas en las plataformas y que podemos o no eliminar, aunque será mejor hacerlo para poder avanzar y para conseguir algo de experiencia. Debemos usar la cabeza y atacar por la espalda siempre que sea posible, y en caso contrario atacar con la distancia y arma adecuadas.
Las armas son variadas, al más estilo “diablo” saldrán armas aleatorias (algunas están prefijadas que salgan en ciertos puntos) conseguiremos una variedad de armas que son algo más que simples elementos decorativos, cada una con sus pros y sus contras: Así por ejemplo la espada es buena contra enemigos que sangren, pero será ineficaz si estos llevan armadura o son esqueletos. Las hachas son buenas contra toda clase de objetivos en general, pero su contra es que es más lenta atacando que las otras armas. El arco sirve contra objetivos en distancias lejanas o que no podamos alcanzar, pero a cambio si el enemigo está acorazado no le haremos daño o si está demasiado cerca nos eliminará antes de que podamos matarlos.
Claro está, no podemos usar todas las armas sin más, para ello necesitamos que el personaje tenga un nivel concreto para ese arma. Si un arma pide que tengamos 7 puntos de atributo en “espadas”, debemos tenerlo antes de poder utilizarla, y para ello tenemos el elemento RPG del juego: Subir de nivel.
Evidentemente, las subidas de nivel son bastante lentas, pero cada vez que lo hagamos conseguiremos 5 puntos de atributo para subir. Subiendo el nivel de espadas podremos usarlas mejores y las que ya podemos usar harán más daño y más oportunidades de crítico. Del mismo modo podemos aumentar la constitución (más salud), Armadura para ser más resistente (y poder llevar mejores armaduras) y pociones (poder fabricar mejores pociones).
También hay la aparición de guardianes, que son jefes con una buena barra de salud y ciertos ataques que debemos aprender y comprender para derrotarlos. Estos jefes si deben ser derrotados y no siempre serán sencillos, aunque con suficiente pericia podemos eliminarlos sin sudar, todo dependiendo de cómo lleguemos y cómo sea el jugador.
Por todo el juego hay tiendas repartidas que podemos acceder. Algunas son básicas como la cocina, ya que podemos crear algunas pociones (si tenemos el nivel adecuado) y otras tiendas para comprar armaduras, esencias o pergaminos que aumenten nuestras características, como resistir a los golpes, aumentar la fuerza de los ataques a distancia, o teletransportarnos a algunas zonas del juego.
De vez en cuando encontraremos alguna misión; son secundarias, ya que no hacen falta realizarlas para completar el juego, pero siempre se nos recompensarán con armas, pociones, dinero y otros objetos que puedan sernos (o no) útiles.
Con el paso del tiempo aprenderemos distintas magias, como de fuego, naturaleza, nigromancia... Sin embargo, a este punto de juego podemos vernos totalmente sobrecargados, ya que salvo la magia que nos regalan por hacer una misión, el resto de hechizos de ese tipo requieren aumentar puntos de atributo a los mismos. Recordemos que las subidas de niveles son lentas, que nos dan tan solo 5 puntos de atributo para aumentar, y que si queremos aprender la bola de fuego necesitamos tener un nivel 8 en fuego, por ejemplo.
Con esto en mente, resultará imposible tenerlo todo en el juego, o incluso siquiera tener la mitad, ya que armas que rivalicen con enemigos más avanzados pedirán niveles 9, 10, 11, 12 en dichos atributos, y si queremos usar algo de la magia de fuego, hielo y naturaleza además de alguna espada, requerirá un nivel 4 o 5 en esos 3, lo que significa que nos haga falta subir varios niveles solo para tener algo un poco mejor a lo básico en esos aspectos.
Por suerte, llegado a un punto del juego hay una misión especial que nos permite reiniciar las habilidades, para que aquellas que concedimos al principio y ahora no utilicemos o no nos gusten podamos quitarlas y emplearlas en algo mejor. Gracias a esto podemos formar a un “Berseker” o un “paladin” o un “archi-mago” todo a gusto del consumidor, fortaleciendo mucho el uso de armas diversas y dejando la magia toda con 1 punto de atributo, o aumentar nuestra constitución y armadura para ser inmortales a ataques sacrificando otras facetas.
Sin duda alguna, el juego desborda humor por los cuatro costados, principalmente porque el protagonista es un gamer con claras menciones a World of Warcraft, intentando comparar ese juego con la aventura que está viviendo. Referencias a una película de Eddie Murphy o Austin Powers, así como apariciones estelares de Zoidberg (la langosta humanoide de Futurama). Con todo esto es más que seguro que soltemos alguna que otra carcajada mientras avanzamos por el juego.
No es difícil encontrar humor incluso en zonas o momentos que no esperásemos; ya que incluso si se nos ocurre cambiar la resolución del juego, este nos pide amablemente que tenemos que cerrar el juego y volver a abrirlo de nuevo, y cito: “Lo siento, cosas de Windows...”
Es un gran juego divertido, entretenido y un gran sentido del humor. Frustrante en algunos puntos del juego, principalmente derivados por cómo hemos mejorado a nuestro personaje, ya que si lo tenemos con muchos atributos de espadas, constitución y armadura las mazmorras con orcos serán un paseo para nosotros, pero la de otros enemigos que ataquen a distancia nos eliminen con facilidad y nosotros a ellos no tengamos ni con que atacar.
El sistema de guardado está bien pensado. Tenemos un único sitio para guardar, que se encuentra centralizado para que sin importar cuanto avancemos podamos regresar (ya sea caminando o con otro objeto) a guardar y recuperar vida, y así poder volver al punto en el que estábamos sin tener que caminar demasiado.
Desgraciadamente, existe un punto negativo que puede resultar molesto y bastante inoportuno, que viene en mano del auto guardado. Si bien esto se puede desactivar y solo está disponible para el nivel fácil y medio del juego, también puede ser un arma de doble filo, ya que en ocasiones graba de forma un tanto aleatoria, pudiendo sufrir sus consecuencias como reapareciendo, por ejemplo, justo encima de aquella trampa que nos había matado.
Cómo el juego no permite guardar en distintos huecos y el auto guardado ocupa el mismo espacio que el guardado normal, podemos encontrarnos que reaparecemos en algún punto peligroso que nos mate sin tener opciones a reaparecer en una zona un poco más atrasada.
Quitando a un lado ese punto negativo (cosa que puede pasar, pero no tiene por que pasar), el juego es todo un gusto jugarlo, entretenido, adictivo, con tan solo dos dimensiones al más puro estilo clásico, con referencias humorísticas y un personaje protagonista que habla al estilo “de la calle”, un personaje que puede ser personalizado (en sentido del combate, armas y magia) al gusto del consumidor.
RESUMEN:
Juego: Unepic
Género: Plataforma/rol/cachondeo.
Pros: Bastante adictivo, divertido, grandes toques de humor. Zonas desafiantes pero sin llegar a ser insufribles. Un gran mapeado que debemos explorar. Una gran cantidad de tiendas, objetos, armas y armaduras que se cuentan por cientos.
Contras: el autoguardado es un tanto aleatorio.
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