Para esta entrada es un juego moderno pero con un sabor tan clásico como cierto erizo azul, y es que las siguientes líneas van dedicadas a un juego llamado Freedom Planet, un juego de plataformas bastante frenético en donde la velocidad, los loopings y las batallas de jefes tan intensas nos van a dejar un buen sabor de boca.
Hay dos personajes disponibles para jugar el modo historia: Lilac o Carol. Ambos personajes son completamente distintos aunque jugaremos los mismos niveles (salvo alguna excepción) con ambos.
Tras elegir a uno de ellos tenemos una introducción, viendo como una nave parece tener problemas y hacer un aterrizaje forzoso, así que vamos a echar un vistazo. Para ello tomamos los controles de nuestro personaje en un entorno en dos dimensiones que nos va a recordar enormemente por estilo y gráficos (e incluso algunas posturas) a Sonic.
Así tenemos por ejemplo a Lilac, con la que podemos correr lateralmente, saltar y dar algunos golpes giratorios tanto en tierra como saltando (a modo de doble salto) así como un movimiento especial que agotará una barra que se llena con el tiempo. Este ataque especial hará que Lilac coja cierto impulso y salga despedida en la dirección que estemos mirando (o incluso en diagonal hacia arriba).
Sin embargo, si elegimos a Carol el estilo cambiará notablemente. Ya no tiene un doble salto sino que se impulsará hacia delante. Puede engancharse en zonas especiales diseñadas para ella y con el botón del movimiento especial presionado dará un montón de patadas rápidas mientras sigamos pulsando dicho botón.
Corriendo alguna colina, looping y demás nos podemos topar con diversos enemigos, siendo en su mayoría robots o similares. Estos robots tienen ataques bastante peligrosos, bien con ataques rápidos o que disparan un misil cuya onda expansiva nos puede alcanzar relativamente fácil.
Sin embargo no pasa nada por recibir algún impacto. Tenemos unos pétalos indicados en la parte superior que indican la salud del personaje y que, dependiendo del tipo de enemigo y/o dificultad elegida, iremos perdiendo a medida que nos golpeen.
Por su lado pétalos repartidos por el escenario recuperarán parte de nuestra salud; o bien recogiendo 200 cristales nos darán una vida extra, siendo acumulables (tanto las vidas como los cristales recogidos) de un nivel para otro, pero aún hay más cosas que nos van a ayudar.
Varios cristales de gran tamaño y distintos colores que estará anclado al suelo; destruirlos nos dará una bonificación útil, ya sea poder atraer pétalos más fácilmente sin tener que pasar justo encima de ellos, protegernos del fuego y otras protecciones, ya que nos deben golpear una o más veces para perderlos.
Y claro está, uno de ellos (con colores en plan arco iris) que hará invencible a nuestro personaje en el tiempo que dure la sintonía. Si bien no hay un claro indicador de cuando se va a acabar, al tercero que hayamos cogido ya sabremos intuir cuanto nos queda siendo intocables.
Llegado cierto punto nos toparemos con el minijefe; el juego nos forzará a luchar contra él y su salud será mayor que la de cualquier enemigo. Debemos aprendernos los patrones de comportamiento y saber cuando es el momento más apropiado para el ataque.
Lo mismo ocurrirá cuando lleguemos al auténtico jefe, que será el desafío final del nivel que estemos jugando y que, por lo general, será más difícil que el nivel que hayamos jugado previamente; además sus ataques serán más diversos y más peligrosos que los del minijefe.
Obviamente en los primeros niveles no habrá muchos problemas. Los ataques se verán venir fácilmente y podemos esquivarlos con facilidad y, aún en el caso de haber sido golpeados, la salud que tenemos es suficiente para cometer varios errores y aún así poder superar al jefe (de jugar en niveles de dificultad mayor los enemigos harán más daño).
Pero pronto todo cambiará, y cuando estemos en niveles avanzados los jefes ya no tendrán ninguna piedad con nosotros: enemigos y monstruosidades gigantes que intenten arrollarnos ocupando toda la pantalla o enemigos pequeños con una grandísima velocidad y movilidad con ataques relámpago que apenas darán tiempo a verlos...
Para estos momentos tenemos el movimiento especial de ambos personajes, ya que mientras dura el impulso de Lilac o las patadas de Carol los enemigos no nos harán daño. Hay que tener en cuenta que estos especiales duran poco tiempo (más uno que otro) pero necesitan de una buena cantidad de segundos para recargarse y poder utilizarlos, así que malgastarlos nunca es una buena opción.
Al igual que en los juegos de Sonic, habrá momentos de pura velocidad, otros más relajados en donde haya enemigos a esquivar o derrotar o incluso algún pequeño puzzle pulsando botones; aunque siempre intentando mantener la esencia de cada niveles, llegando al caso de un pequeño nivel que cambia el género totalmente para darle variedad.
En el caso de haber terminado el juego aún queda algo más (aparte de jugarlo con ambos, ya que el modo de encarar enemigos y jefes cambia muchísimo de uno a otro), y es que hay un tercer personaje que se une al juego y con el que podremos jugar: Milla. Una adorable perrita con unas habilidades para el combate un poco más escasas, ya que no será tan sencillo de combatir, viéndose reflejado en que la salud máxima de este personaje es inferior.
Si bien Milla no tiene modo historia (aunque el modo historia apenas cambia para las dos protagonistas) el juego posee un modo arcade que omite totalmente todas las cinemáticas, para disfrutar de acción al 100% y que, en el caso de Milla, no habrá más opciones.
El manejo de Milla es mucho más complejo, ya que ella tiene el poder de crear objetos tales como un escudo para protegernos de los proyectiles enemigos pero a la vez soltando el botón atacará al enemigo. También puede crear un cuadrado de un material verde extraño para arrojarlo al enemigo o, en última instancia, utilizarlo también como escudo e incluso crear un potente ataque que impulsará a nuestro personaje en la dirección contraria.
Con estas tres mecánicas tan diferentes podemos toparnos que la gran movilidad de Lilac hará que algún enemigo o jefe pueda ser esquivado más fácilmente; el estilo de artes marciales de Carol le permitan derrotar a enemigos más rápidamente. Por su parte con Milla su escudo inutiliza por completo a ciertos enemigos que las otras dos tendrían más problemas para lidiar.
Sin lugar a todas estamos frente a un gran juego de plataformas en dos dimensiones, recordando a los juegos de Sonic pero con su propia identidad. Una mezcla de velocidad, momentos de tranquilidad, combates contra jefes desafiantes que nos pongan en tensión, escenarios muy visuales y una banda sonora memorable hacen de este juego una buena recomendación para ser jugado.
RESUMEN:
Juego: Freedom Planet
Género: Plataformas y acción.
Pros: Dinámico y rápido de jugar, siendo frenético enfrentarse a los enemigos y sus jefes. Los personajes elegibles tienen habilidades muy diferentes, haciendo que ciertos enemigos y jefes deban ser abordados de distinta manera. Escenarios con más de uno o dos caminos y largos, con momentos de velocidad pura y otros de pararse a pensar más. La música elegida combina con el nivel o la batalla que estamos haciendo.
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