Es hora de encender motores, ya que los demonios de la velocidad están en la parilla de salida. Así es Speed Demons, un juego de conducción de vista aérea con un objetivo muy simple: ganar la carrera.
Nuestro primer paso será meternos en las opciones, ya que ahí vamos a definir algunos puntos importantes del juego, tales como seleccionar el nivel de dificultad así como la velocidad que tendrán los vehículos, pudiendo elegir entre una velocidad más lenta o una velocidad endiablada que nos cueste más tener mantener el control del coche.
Más importante es la elección de nuestro coche, color y nombre; a elegir tres coches distintos aunque no parecen tener una gran diferencia entre ellos. Un total de 6 colores a elegir, aunque no puede haber dos pilotos con el mismo coche y color (pero si con distinto coche y mismo color) y el nombre, pudiendo poner el nuestro o modificar el de los rivales si así lo queremos.
De vuelta al menú principal iremos directamente a elegir la liga, con una buena cantidad de ellas a elegir, aunque en esencia cada liga tiene una cantidad de circuitos con sus especificaciones, pero no existe una historia o algún requisito para jugarlas en orden. Así que nos basta para elegir alguna de ellas y darle a comenzar.
El primer paso es la tienda. Empezamos con 100.000 dólares que podemos emplear en comprar más impulsos de nitro (empezando con 10), una mejora de neumáticos, suspensión, motor o incluso un soborno y nos den 1 punto en la clasificación. Una vez terminado ya estaremos en el circuito, con el semáforo en rojo y listo para comenzar.
Los controles son bastante sencillos, aunque dependerán de si en las opciones de piloto hemos elegido jugar con el “teclado 1, teclado 2, cursores, ratón”... En esencia a duras penas tenemos un botón para acelerar, otro para frenar, girar a los laterales y el botón de usar del nitroso, para recibir un impulso en nuestro coche.
El objetivo es bastante simple, bastará con recorrer el circuito que nos han puesto que no será demasiado largo (y con algunas flechas indicadoras para saber bien por donde hay que ir) y dar las vueltas que el juego nos pida dar. Completadas todas ellas los 3 primeros participantes ganarán una cantidad de puntos y dinero; además, aquel que haya hecho la vuelta rápida ganará un punto extra y algo de dinero extra también.
El número de circuitos se antoja un poco corto, tan solo hay 8 de ellos, y aunque es posible jugarlos en ambas direcciones, algunos de ellos no se sienten tan distintos, así que en cuanto hayamos jugado las 3 primeras ligas del juego ya los habremos vistos (y contando que la última liga tiene 30 carreras, vamos a repetir circuitos continuamente).
Por otro lado habrá inclemencias del tiempo, ya sea con nieve o lluvia o, lo que es peor, debiendo participar de noche. En este caso los participantes tendrán un poco de luz en los faros a modo de iluminación. En cualquier caso solo algunos de los circuitos serán más difíciles de ver, mientras que otros solo son una ligera molestia nada remarcable.
Además, un personaje que aparece de la nada en la esquina de la pantalla, emitiendo un alarido para irse por donde ha venido mientras se leen algunos mensajes cómo “¡Come polvo!” seguido del nombre del que “lo ha dicho” y una respuesta del otro participante que se “comió el polvo”. Normalmente estos mensajes aparecen al contactar con los rivales.
Aún hay un último tipo de prueba que es la contrarreloj: En este modo especial (que podemos encontrar en algunas ligas) no correremos los participantes a la vez, sino que empezaremos nosotros y haremos el circuito sin ningún tipo de rival por el camino que nos empuje o nos aparte.
Tras completar el número de vueltas (normalmente serán a muy pocas vueltas) le tocará al siguiente jugador y, puesto que ver dar vueltas a todos los restantes se puede sentir aburrido, el juego nos permite pulsar una tecla para saltarnos la carrera de ese rival manejado por la IA y en vez de eso hace una simulación.
Al igual que en el modo normal, el que haga el mejor tiempo gana más puntos y el que haga la vuelta más rápida 1 punto y dinero extra. Desgraciadamente es un modo injusto puesto que algunos obstáculos cómo son los bidones (que al chocar varias veces contra ellos explotan, pero nos retrasan igualmente) estarán en el circuito, lo que significa que para cuando el vehículo número 6 vaya a correr, es seguro que la carretera esté limpia al haber chocado los 5 anteriores con los bidones hasta hacerlos explotar.
Por supuesto, después de cada carrera se nos permite hacer mejoras para que el coche se conduzca mejor. O en el caso de tenerlas todas empezar a comprar puntos a través de sobornos y ser capaz de lograr una puntuación desorbitada a través de este medio.
Los puntos más negativos vienen de mano de la carencia de un modo de copas o ligas más elaborado en el que los rivales puedan ser considerados rivales. Tan solo un jugador que ponga este juego por primera vez podrá encontrarse con algún problema para ganar los circuitos, ya que no se conoce los tramos y los rivales pueden empujar tu coche y empotrarlo contra algún muro.
Pero una vez que llevemos 15 o 20 minutos jugando sabremos controlar nuestros vehículos sin demasiados problemas y ganar tampoco será un problema, siendo generalmente más fácil cuando el número de vueltas son 10 o más, ya que no es raro doblar a los rivales y sin siquiera arriesgar o hacerlo perfecto.
Incluso jugando una liga de 10 carreras y sin hacer mejoras no vemos que los rivales parezcan alcanzarnos nunca; quedaremos primeros en casi todas ellas y por lo tanto el juego como tal no ofrece ningún desafío serio. Lo único que puede mejorar la experiencia es el poder jugar a 2 jugadores.
Jugando a pantalla partida los dos jugadores pueden compartir el mismo ordenador y teclado (o ratón) para jugar y tener sus piques, ya que es posible retirar al resto de rivales para así convertirlo en un uno contra uno o simplemente dejar a los rivales activos para que sean una molestia a evitar para los jugadores humanos.
Con todo el juego resulta divertido, al menos en un principio. Si bien hay diferencias con las distintas velocidades (sin duda es un poco más difícil controlar el coche cuando va rápido que cuando jugamos con la lenta) la dificultad del juego como tal no parece cambiar apenas, viendo como en nivel normal o difícil los tiempos que realizan la IA es similar. Sin duda alguna el jugar a 2 jugadores es lo que más va a fortalecer a este juego.
RESUMEN:
Juego: Speed Demons
Género: Conducción.
Pros: Un juego sencillo de jugar. Tres coches a elegir entre seis colores. Poder jugar a dos jugadores usando cursores o teclados, aunque no se puedan redefinir las teclas. Un demonio rojo que grita y hace salir textos si golpeamos o nos ponemos cerca de los otros corredores. El modo contrarreloj para añadir algo más de chicha al juego. Un editor para crear nuestras propias ligas, aunque se limite a seleccionar los circuitos, número de vueltas y las inclemencias del tiempo.
Contras: La dificultad del juego es bastante escasa, limitándose a los nuevos jugadores y solo durante las primeras carreras, ya que pronto conoceremos su manejo y los rivales, incluso a nivel difícil, no suponen un reto. Si bien hay 3 coches distintos, no parece haber una gran diferencia entre el manejo de uno u otro (aunque la haya ligeramente).
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