SPACE WALK

Es tiempo de uno de los juegos más simples y básicos que tenemos para MSX; no obstante, ofrece diversión y un desafío constante a través de los distintos niveles aunque peca de injusto en algunos momentos. Se llama Space Walk y resulta curioso en su planteamiento. 

Este juego ni siquiera contiene una pantalla de inicio para cambiar el teclado o nada, simplemente comienza con nivel 1, centelleando parte del escenario y empieza el juego cómo tal, y del que si desconocemos las teclas moriremos nada más empezar por tocar el suelo afectado por la gravedad.

Nosotros tomamos el control de un astronauta de color blanco, pudiendo movernos hacia arriba, laterales o dejarnos descender por la propia gravedad. En el escenario hay varios elementos que tienen su uso, siendo en primer lugar 4 círculos que podrían ser asteroides que se desplazan de derecha a izquierda y viceversa.

Estos son enemigos a evitar, esquivándolos o disparándoles con un mero disparo que avanza en horizontal desde nuestro protagonista. Por otro lado vemos un extraño artilugio que parece un satélite o... imaginación. Esto es muy importante y es que debemos volar hacia él para recogerlo, manteniendo pulsado el botón de disparo para no soltarlo, forzándonos a disparar indiscriminadamente, algo que entorpecerá la misión.

Una vez recogido dicho artefacto hay que llevarlo a la nave de la parte inferior derecha. Tras descender lo suficiente sobre ella con nuestro artefacto agarrado el nivel será completado y pasaremos al siguiente, cuyo escenario y planteamiento es el mismo, pero con más variedad de la que podíamos pensar.

Seguirá habiendo 4 enemigos, pero algunos ellos se ve cómo un astronauta similar a nosotros, cuya velocidad de movimiento es mayor. Por ello la dificultad reside en que son más difíciles de esquivar o disparar. En cualquier caso el objetivo sigue siendo llevar el artefacto blanco a la nave y así superar nivel tras nivel, cambiando el tipo de enemigos.

Durante varios niveles veremos algunos enemigos que variarán, aunque en esencia lo único que realmente cambia es su velocidad de movimiento. Pero esto no es todo lo que nos viene a ofrecer, y es que en pocos niveles la mecánica cambiará a dos asteroides cayendo verticalmente, aumentando a cuatro para el próximo nivel.

Llegado el momento crucial ocurrirá lo contrario, aparecerán misiles por la parte inferior que avanzarán hacia arriba. Debido a esto es muy posible que perdamos nuestras vidas, y es que esquivarlo es relativamente sencillo, pero a la hora de regresar a nuestra nave la suerte jugará un rol excesivamente importante, por lo que si un enemigo aparece justo en ese momento moriremos sin remedio.

Fuera de eso el juego ya no tiene mucho más, cambiarán a enemigos horizontales o verticales según el nivel, aumentando la velocidad de los enemigos (e incluso veremos alguno nuevo) en un juego simple, de una sola pantalla pero muchos niveles y todo un reto.

Cómo es habitual tenemos varias vidas, aunque el mayor peligro proviene de permitir que ese utensilio choque contra el suelo, ya sea por si mismo o llevándolo nosotros, y es que si eso ocurre la partida habrá terminado, sin importar el número de vidas, algo a tener muy en cuenta.

Cómo apunte especial, según cómo terminemos un nivel (descendiendo en vertical o en diagonal) el artefacto a recoger empezará avanzando en la misma dirección, por lo que si completamos un nivel descendiendo en diagonal hacia la derecha el siguiente nivel será un poco más sencillo. Del mismo modo si subíamos y nos mataron al recomenzar el nivel ese artefacto empezará moviéndose hacia arriba, pero siempre sin salir de la pantalla.

RESUMEN:

Juego: Space Walk

Género: Acción

Pros: Dificultad gradual en la mayoría de los casos. Una idea simple para partidas cortas. Hace falta usar la cabeza ya que al transportar el satélite dispararemos indiscriminadamente, algo que no siempre nos puede interesar.

Contras: La zona donde debemos llevar el satélite está demasiado cerca de los bordes, por lo que cuando un enemigo sale por la parte de la derecha o desde abajo que no nos maten es más cuestión de suerte que habilidad.